POR Bibiano Moreno Montes de Oca
El 6 de mayo del 2014, durante el sexenio del peñato, el miserable amlo escribió el siguiente acedo tuit: “Existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo, (sic) ni lo deseo. Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad”. Hoy, después del tercer ataque de Coronavirus a su humanidad, a pesar de que el farsante era inmune al contagio por su “autoridad moral”, según el genocida Hugo López-Gatell, lo ideal sería que el viejo ahuecara el ala y le dejara su lugar a un interino que concluya su desastroso sexenio. Al final, ya vimos que el incapaz es él y EPN, a su lado, queda como todo un estadista.
Si se larga o no a La Chingada, eso ya es lo de menos: en los hechos, amlo ya nos demostró que sólo ha sido, es y será un charlatán que vociferaba mientras fue por muchos años el borracho; sin embargo, en cuanto le dieron la oportunidad de ser el cantinero, de inmediato dio pruebas suficientes como para deducir sin tantas complicaciones que el macuspano se prestaba para ser candidato de la casa de la risa, no de Palacio Nacional, que ha sido transformado en un auténtico circo de tres pistas, incluido el sketch cómico-mágico-musical de la Marranera, en cerca de fatídicos cinco años de desgobierno.
En casi cinco años amlo le ha dado en la madre al país: por sus puras bolas le dio la puntilla a un aeropuerto de clase mundial que sería el orgullo de los mexicanos; impulsó, en cambio, una pinchurrienta pista aérea que pomposamente se llama Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (el AIFA, conocido popularmente como el CHAIFA), pero que salió carísima e inútil; invirtió unas millonarias sumas de dinero en la refinería Dos Bocas, como si estuviéramos en la década de los 70, cuando el futuro son los vehículos eléctricos, lo mismo que un Tren Maya que ha depredado todo lo que hay a su paso en la selva lacandona.
No contento con lo anterior, el anciano senil ha desmantelado los organismos autónomos que tantos años costaron ser creados, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el INE, el INAI, 108 fideicomisos para el apoyo a diferentes áreas de la cultura, como el cine, el deporte, la ciencia y la tecnología, etcétera, así como las guarderías infantiles que el moderno Herodes de Tabasco eleva a la categoría de políticas públicas, al negarse sistemáticamente a apoyar a miles de niños con cáncer, cuyos padres han sido acusados de golpistas por los fariseos aplaudidores del régimen.
Las ocurrencias del viejo demente serían motivo de risa si no fuera porque son patéticas, Así, por ejemplo, prácticamente le declaró la guerra a Estados Unidos porque la DEA se atrevió a infiltrarse en la organización criminal de los Chapitos, los hijos del Chapo Guzmán, por ser los responsables del tráfico de fentanilo hacia el país del norte. Un hipotético llamado a defender al narco (no a la patria, porque ni amlo ni los narcos son la patria) y dar la vida por ellos en el frente contra los gringos, sinceramente no creo que ni los chairos se atreverían a secundarlo en esas vaciladas que lo han convertido en el hazmerreír del mundo entero.
Por supuesto, puede que haya algunos que sí estén dispuestos a seguir al frente de batalla a amlo, que encabezaría la lucha como un nuevo Alejandro Magno; entre otros, la cenagorda Citlali Hernández, dispuesta a dejarse caer en tobogán para defender a su macho, ya sea amlo o el vocerdo presidencial Jesús Ramírez Cuevas; el recluta ePIGmenio Ibarra, esperanzado en que el crédito millonario que le consiguió el tabasqueño se vaya a fondo perdido; Beatriz la Zopilota Gutiérrez Müller, la no primera dama de la nación y aviadora de varias instituciones públicas, en su modalidad de soldadera; Damián Alcázar, con su papel de pendejo, que lo mismo le sale muy bien actuado que en la vida real; Mario la Perra Colimota Delgado Carrillo, como una adelita muy activa, etcétera.
En fin: amlo y su cuarta putrefacción son un desastre y ello se tendrá que reflejar en las urnas en el 2024, cuando la mayor parte de los cargos de elección popular en disputa, como presidencia, senadores, diputados federales y locales, así como ayuntamientos, le sean arrebatados en buena lid a Morena y sus compinches. Así, pues, si en su mejor momento los cuatroteros no pudieron obtener los municipios de la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez (primero frente al Movimiento Ciudadano y después frente a la Alianza Va por Colima), menos lo lograrán ahora que es evidente que ese movimiento putrefacto va a la baja y el vejancón está a punto de irse al hoyo.