A Indira nada le sale bien

POR Jorge Octavio González

Ninguna de las crisis por las que ha atravesado Indira Vizcaíno Silva desde que asumió las riendas del gobierno del Estado las ha sabido sortear ni controlar; por el contrario, cada que surge un problema se hunde más y más exhibe su ineptitud e indolencia.

La deuda financiera, heredada por su protegido José Ignacio Peralta Sánchez, sigue sin resolverse; aun hoy existen dependencias a las que se les adeudan recursos y al Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE) le deben bonos y el aumento salarial justo y digno, no la miseria que pretende dar la mandataria.

La inseguridad ni se diga: a partir del 25 de enero del 2022, cuando se desató la masacre en el CERESO de Colima, los acuerdos incumplidos de Indira Vizcaíno con las organizaciones criminales han dejado más de 600 muertos entre hombres, mujeres, niños, maestras, policías y demás gente inocente.

Ahora le surgió otro que tampoco ha sabido hacerle frente. El sismo del pasado 19 de septiembre, cuando la tierra desató su furia y provocó daños incalculables y la pérdida de vida de al menos dos personas en Manzanillo, fue, desde el inicio, mal manejada.

Primero porque, aun cuando dejaron de funcionar las comunicaciones, los estrategas de comunicación social decidieron que la gobernadora informara a la población a través de redes sociales, cuando la mayoría no tenía en ese momento acceso a internet por la falta de wi-fi y datos en sus celulares.

Después se vinieron en cascada más errores por la falta de oficio y experiencia de la gobernadora y sus funcionarios más cercanos; en ese momento se dio cuenta que tener a sus amigos y familiares en la nómina del gobierno del Estado no es garantía de que sepan hacer su trabajo.

Cuando la Universidad de Colima anunció la suspensión de clases del turno vespertino y del día 20 de septiembre, el gobierno del Estado aún estaba indeciso y dejó en vilo a miles de padres de familia que no sabían si sus hijos tenían que ir a la escuela al día siguiente o no. Fue hasta casi la noche del 19 cuando por fin informaron que no habría clases para el martes. Muy tarde la reacción.

Ese mismo martes 20, desde la Secretaría de Educación y Cultura enviaron un formato a todas las escuelas del Estado en donde les pedían hacer una evaluación de los daños causados por el sismo a todos los planteles escolares, entregando los resultados 48 horas después y con evidencias en fotografías de las afectaciones a las estructuras.

Algunos maestros, indignados por tal petición, comenzaron a circular por redes sociales el formato, acompañado de críticas a las autoridades educativas que, por ahorrarse unos cuantos pesos, pretendían que los maestros hicieran el trabajo de ingenieros, con el detalle de que si, en caso de decir que su escuela no tenía problemas y posteriormente se caía, el responsable directo sería el profesor, ni siquiera la autoridad educativa.

Como siempre sucede, Indira Vizcaíno respondió a este tipo de manifestaciones tarde y enojada: tarde porque nunca sacó un comunicado en el momento aclarando lo que estaban pidiendo a los maestros con el formato que les enviaron; enojada porque esas expresiones genuinas de maestros, que fueron los primeros en dar a conocer el formato, las calificó como un ataque político.

Si hablar del tema de inseguridad para Indira Vizcaíno es mezquindad política, hacer cuestionamientos en esta crisis por el sismo es considerado por ella como ataque político. Qué soberbia es: cree que es el centro de atención y que todo lo que se dice sobre su gestión es de mala fe. Ignora, porque está rodeada de inútiles en las áreas de comunicación social y de asesores, que muchos de sus funcionarios son inexpertos y no saben hacer su trabajo; también que están cometiendo error tras error y que la ciudadanía simplemente está opinando lo buenos para nada que son en esta administración.

El formato enviado desde la Secretaría de Educación y Cultura a las escuelas de todo el Estado es real; los cuestionamientos de los maestros a la petición de hacer el trabajo de ingenieros son genuinos. ¿Dónde está el ataque político?

A menos que lo diga porque se publicó en PXPress. El problema, sin embargo, es que en este medio no inventamos el formato ni lo que se les pedía a los profesores; tampoco obligamos a los maestros a que hicieran críticas sobre lo miserables que son las autoridades al querer que sean ellos y no ingenieros los que hagan ese trabajo.

Aquí sólo se recogió lo que estaba circulando en redes sociales; le dimos una estructura de noticia y la redactamos tal cual lo decían los maestros, por lo que se hizo viral en cuestión de minutos. Que eso le moleste a Indira Vizcaíno no es nuestro problema; es la ineptitud y mediocridad de sus funcionarios que no saben hacer su trabajo.

De los demás errores cometidos por la gobernadora y sus funcionarios ante esta crisis del sismo hablaremos mañana y pasado mañana.