POR Jorge Octavio González
En el mismo programa que felicitó a Indira Vizcaíno por el “logro” que significó concluir el tramo carretero de la transvolcánica Colima-Guadalajara, en donde habló de las negociaciones que hizo su hija para que esto se hiciera realidad, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez también manifestó su incredulidad ante la intentona del gobierno federal por incrementar la tarifa de la caseta.
Envalentonado dijo: “y que me diga, y yo me sumo, qué hacemos si se llegara a querer incrementar el costo”, le dijo a un usuario que le planteó la posibilidad del incremento, seguro de que, como ya se estaba pagando por la carretera aun sin concluir, no se atreverían a subirla una vez en funcionamiento.
Pues resulta que la cuenta oficial de Twitter de la Autopista Guadalajara-Colima, @Operaciongdlcol, anunció que a partir del primer minuto del 15 de noviembre estarían cobrando más en la autopista.
En la Guadalajara-Colima, de pagar 335 pesos, ahora será 362, un aumento de 27 pesos; todo mientras la carretera continúa con problemas y hay accidentes por no tener las señalizaciones correctas.
¿Qué hará ahora el pinchi chapulín Arnoldo Vizcaíno Rodríguez? Él aseguró que no se atreverían a incrementar los precios del peaje en la caseta; tan seguro estaba que hasta le dijo a un seguidor del programa que si lo intentaban planeaban algo para impedirlo.
¿Una marcha? ¿Un bloqueo? ¿Qué es lo que haría el padre de la gobernadora para impedir que suban el costo de la caseta recién concluida? Lo más seguro es que se trague sus palabras porque manifestarse en contra sería como ir en contra del movimiento que representa y del que se dice muy orgulloso.
¿Y la gobernadora? Indira Vizcaíno, de igual manera, se dijo orgullosa de, primero, haber logrado que la transvolcánica terminara; segundo, dijo tajante que no se incrementarían los costos. ¿Y ahora? ¿Qué hará la mandataria para impedirlo? Ahora saldrá con que no puede hacer nada porque el tramo está en Jalisco y que al gobierno de allá le corresponde hacer las gestiones ante el gobierno de la República.
¿Ahora sí le corresponde a Jalisco? Pero cuando se trataba de presumirla no importaba mucho que la obra estuviera en Jalisco; lo más que se decía era que en los gobiernos neoliberales nunca se hizo nada por esa carretera, cuando lo cierto es que, hasta antes de que tomara protesta López Obrador como presidente de la República, hace cuatro años, el avance de la obra estaba en más del 90%, quedando un pequeño tramo por concluir.
Aun cuando este sexenio tardó cuatro años en terminar un pequeñísimo tramo carretero, le dio un golpe duro y criminal al bolsillo de los ciudadanos que transitan diariamente por esa carretera, al incrementar 27 pesos el costo del peaje.
Ahora ni siquiera podrá presumir la carretera Colima-Guadalajara en su Primer Informe de Gobierno, pues no incluirá una obra que incrementó su costo por transitar, justo cuando los colimenses estaban contentos de poder hacer menos tiempo de ida y de vuelta gracias a que ese tramo quedó finalmente concluido.
¿Qué diría Indira Vizcaíno en su Informe a la sociedad sobre esta obra? Ya perdió su oportunidad; ahora no podrá incluirla.
¿Y ahora qué informará si, como se puede apreciar, no hay nada importante que haya hecho el gobierno del Estado con sus propios recursos? ¿Será por eso que alargó lo más que pudo el evento oficial?
Indira Vizcaíno está en medio de su ineptitud y el de sus funcionarios; ya se está dando cuenta que el arte de gobernar no es un juego de niños. A ver si para el próximo año se deja de frivolidades y le baja a su soberbia para ponerse a trabajar por Colima y no para sus amigos e íntimos.