POR Jorge Octavio González
Indira Vizcaíno acaba de revelar cuál es la prioridad de su gobierno: el esparcimiento libre y sano de los colimenses, aunque le cueste al erario más de 16 millones de pesos.
Para que quede más claro: el circo, el teatro, la espectacularidad; todo en aras de que la gente acuda a la Feria de Colima y deje de pensar en los verdaderos problemas que la aquejan día con día.
Para la gobernadora su prioridad no es la inseguridad, el empoderamiento del crimen organizado en las calles de Colima y su infiltración en las instituciones de seguridad e inteligencia, como la Fiscalía General del Estado de Colima y la Secretaría de Seguridad Pública.
Para la mandataria su prioridad no es que, en el gobierno más feminista de la historia de Colima, se haya roto el récord de más feminicidios en el año, con más de 100, todavía faltando mes y medio para que finalice el 2023.
Para Indira Vizcaíno ni siquiera es prioridad que apenas ayer de nueva cuenta la hayan amenazado los grupos delincuenciales con lanzarle un RPG a la camioneta blindada que la mueve para todos lados.
Tampoco es prioridad meter a la cárcel a los corruptos: tan sólo la semana pasada dio una muestra de cómo utiliza a sus empleados del Congreso del Estado para sacrificar a los enemigos y absolver de corruptelas y delitos graves a los amigos y aliados.
Para Indira Vizcaíno la prioridad es contratar grupos musicales para que la sociedad colimense deje de pensar en los verdaderos problemas que existen en Colima; con esto le copia a su candidata Claudia Sheinbaum que replicó justo eso en la Ciudad de México para que la gente se olvidara de los muertos de la Línea 12 del Metro y demás atrocidades que se cometieron durante su gestión.
Indira Vizcaíno prefiere traer a Natanael Cano, un sujeto que ha sido amenazado por los cárteles de la droga con asesinarlo si interpreta canciones que idolatran a los contrarios; también prefiere traer al payaso Brincos Dieras, un misógino que sexualiza a las mujeres y las humilla en pleno show, algo que va en contra de la política feminista del gobierno del Estado.
La gobernadora acaba de anunciar que también traerá a Los Tigres del Norte, a Alejandra Guzmán y a Caballo Dorado; sobre el primero no tuvo empacho en decir que asistiría al concierto como si fuera una colimense más, cuando su responsabilidad es gobernar la entidad.
Sobre su asistencia al concierto de Los Tigres del Norte, cabe aclarar que pondrá en peligro a la gente que acuda: si bien es cierto ella irá rodeada de guardaespaldas armados hasta los dientes, no se puede descartar un atentado en su contra, tal y como lo acaban de anunciar ayer en los grupos de WhatsApp, con lo que miles de personas estarían en peligro de muerte.
Al parecer a Indira no le importa eso; ella lo que quiere es ir a cantar y bailar con ese conjunto norteño porque su verdadera esencia es esa, la que retratan las letras de sus canciones: machismo, alcohol y la apología de los capos de la droga. Muy Indira.
Indira Vizcaíno dio a conocer lo que costará traer a los artistas a la Feria de Colima: más de 16 millones de pesos. Ella ni siquiera quería decirlo, pero una pregunta de una reportera la obligó a hacerlo; tan no quería que dijo que no costaría nada para el público, como si con eso tuviera el derecho de esconder cuánto gastará el gobierno del Estado para traerlos.
Tan peleada está con la transparencia y la rendición de cuentas, que ni siquiera ha sido capaz de informar cuánto es lo que le pagó a la artista Shaila Dúrcal para que cantara en Colima en los festejos del Día del Grito.
Indira ha rechazado las solicitudes de transparencia sobre esa información, dejando en claro lo poco que le importa la rendición de cuentas; igual está la Ciapacov de Vladimir Parra Barragán, que ante decenas y decenas de solicitudes ni siquiera se ha dignado a contestarlas, exhibiendoque lo suyo no es la transparencia sino los negocios sucios al amparo del poder.
En fin: Indira Vizcaíno quiere pan y circo para su pueblo.