POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Hay libros que llegan a nuestras manos de la manera más inesperada.
Así fue como encontré El Director (2019), del periodista español David Jiménez, que trata sobre su experiencia como director del periódico El Mundo, después de años de ser corresponsal y cubrir acontecimientos bélicos y tragedias alrededor del planeta Tierra.
Mientras tenía encendida la televisión en la aplicación de YouTube, donde veo los noticieros de Carlos Loret de Mola, La hora de opinar de Leo Zuckermann o El pulso de la República de Chumel Torres, el algoritmo me mostró un video del canal The Wild Project, donde el influencer Jordi Wild entrevistaba a David Jiménez, que hablaba sobre su más reciente novela, Los Diarios del opio (2023), así como El Corresponsal (2022), entre otros muchos temas en esas 3 horas de podcast.
Busqué en internet El Director y me dirigió a una página donde estaba el libro para descargar gratis en formato PDF; no lo pensé dos veces y me dispuse a bajar la novela. Me puse a leerla y definitivamente me identifiqué y emocioné como si fuera yo el que estuviera al frente de un medio tan importante y tomando las decisiones más difíciles de mi vida.
Cuando uno es reportero o columnista es muy fácil escribir y criticar y esperar que el medio publique sin chistar; en mi caso sufrí muchas veces de censura y eso era algo que me frustraba en demasía. Muchos me decían que era demasiado joven como para publicar críticas tan severas contra políticos o rectores o gente del mismo medio; otros me decían que cuando tuviera mi propio periódico podría publicar lo que se me diera la gana.
Cierto es que, en esos años, era impensable siquiera imaginar tener un periódico: a finales de los noventa e inicios del 2000, el internet estaba en pañales; lo que se leía en México y en Colima eran medios impresos, respetados en la clase política y empresarial.
Hablar de ser dueño de un medio era, como yo lo tomaba de quienes me lo decían, una broma de mal gusto; años más adelante, sin embargo, ese sueño se fue cristalizando para muchos reporteros que comenzaron a emprender por su cuenta y arriesgar su poco capital en una aventura que no sabían cómo terminaría.
Yo mismo, debo confesarlo, me arrepiento de no haber lanzado PXPress cuando varios compañeros reporteros lo estaban haciendo hace más de dos décadas; sin embargo, a dos años de su nacimiento, este medio de comunicación ha llegado a ser referente en opinión y en investigaciones sobre los actos de corrupción del poder.
Recuerdo que un director de un medio digital, que hoy se siente con ínfulas de grandeza como para ser candidato a algún puesto de elección popular, llamó a mi padre Bibiano Moreno Montes de Oca para pedirle que le enviara su columna CONCIERTO POLÍTICO para publicarla.
Aún conservo esa conversación en el teléfono de mi papá en el que el sujeto, queriendo allegarse de su influyente columna política, se refería a él como maestro y le hablaba de usted con tal de verse favorecido con la publicación de sus análisis.
Por esas fechas, sin embargo, otros colegas hicieron lo mismo: querían tener en sus medios la mejor plantilla de columnistas del Estado; la mayoría hacía fila para que Bibiano Moreno les diera luz verde para formar parte de su equipo de colaboradores.
Pero eso sólo fue al inicio. Cuando varios de esos medios se consolidaron y comenzaron a tener contratos con el gobierno del Estado, la Universidad de Colima, el Congreso del Estado y algunas administraciones municipales, además de la iniciativa privada, se sintieron tan autosuficientes como para prescindir de las columnas CONCIERTO POLÍTICO.
Eso era algo que tarde o temprano sucedería: cuando querían darse a conocer, lo buscaban y lo trataban con deferencia, pero cuando ya no necesitaban de sus análisis, sencillamente dejaron de publicarle. La condición y miseria humana, pues.
El mismo director del medio digital que le decía maestro a mi papá, cuando Bibiano Moreno requirió de su ayuda en un momento crítico, le respondió la llamada la primera vez; cuando intentó hacerlo de nuevo, para saber si incluiría un proyecto periodístico que le propuso, dejó de contestar.
Mi papá no tenía ninguna necesidad de estar mendigando un espacio en los medios de comunicación, mucho menos porque ninguno de los que hoy se asumen como líderes de opinión tienen la trayectoria, el talento y la cultura que tuvo el columnista político.
Fue así que lancé PXPress, un medio que, durante su primer año de vida, regresó a la cima del éxito las columnas de Bibiano Moreno Montes de Oca; fue ahí cuando varios políticos y colegas periodistas lo volvieron a buscar para proporcionarle información y, desde luego, tener la fortuna de no aparecer en sus columnas como protagonistas de alguna crítica.
El segundo año, que está por concluir, me tocó dirigirlo prácticamente solo; sin embargo, algunos creyeron que el proyecto se iría al hoyo. Qué equivocados estaban. Aunque lograron tumbar la página de Facebook, al siguiente día volví a sacar otra y los contenidos se siguieron leyendo igual o más que en la anterior página.
Saqué un editorial en donde explicaba que lo importante no era la plataforma donde se publicaran nuestros textos, sino la calidad de los contenidos, que eran garantía de lectura. Y así fue: a dos años del lanzamiento de PXPress, las columnas de casa, ORDEN POLÍTICO, OPINIÓN EXPRESS y Xpress´o suman miles de vistas todos los días, llegando al mes con más de 50 mil lecturas, esto sin contar los videos, las notas y las investigaciones especiales.
Y la mayor satisfacción que me dio este medio es que logré que mi papá, Bibiano Moreno Montes de Oca, publicara sus columnas y videos con toda la libertad del mundo hasta que ya no tuvo fuerzas; me dejó esa satisfacción de que sus columnas CONCIERTO POLÍTICO, como en sus mejores tiempos, fueran leídas por toda la clase política de la entidad y que, cuando alguno de ellos se lo encontraba en la calle, le dijera que lo leían todos los días, en parte porque era cierto y en parte porque no querían salir en sus columnas como blanco de sus críticas.
Muchos que, cuando mi padre dejó de publicar, se alejaron y se desentendieron de sus compromisos, deben saber que la mejor etapa de PXPress apenas está comenzando. Y que en la campaña electoral no habrá tregua con nadie.
Y claro que estoy consciente de quiénes sí estuvieron y quiénes no.
Papá: siempre serás el mejor.