POR Jorge Octavio González
Sorprendió, cierto, que cinco de los 10 consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral hayan pedido no validar la elección judicial por diversos vicios e irregularidades que se documentaron.
Si bien 1 de cada 10 mexicanos acudieron a las urnas a votar este primero de junio por magistrados, ministros y jueces, lo que le dio un golpazo en la línea de flotación de la legitimidad, con la votación cerrada del INE la elección quedó más que cuestionada.
Los argumentos de los cinco consejeros electorales para no declarar la validez de la elección judicial deben tomarse en su justa dimensión; aunque digan que es la primera elección de su tipo en todo el mundo, es menester que no se normalice la utilización de herramientas que, como los acordeones, sirva para que el partido en el poder oriente el voto de los ciudadanos.
Toca al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación analizar las impugnaciones realizadas a la elección judicial para validar o anular los resultados; como el citado tribunal ha sido cooptado por el régimen desde hace varios años, lo más probable es que avalen la elección para dar el siguiente paso, que es la toma de protesta de los nuevos ministros, jueces y magistrados a lo largo y ancho de la República Mexicana.
Y si a nivel nacional no pasará nada con las impugnaciones que realicen para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal de Disciplina Judicial y los jueces de distrito, en Colima debe ser igual; con la diferencia de que en la entidad no se vio un acarreo ni irregularidades tan descaradas como en otras entidades.
Aquí la que más votos obtuvo para el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Colima es reconocida por propios y extraños; la señora Dulce Alejandra Alcántar Álvarez, por ejemplo, registró una votación de 25 mil 770 votos, mientras que Benita Marisela Ramírez Fernández 25 mil 45 sufragios.
Aspirantes más conocidos ante la opinión pública como Ángel Durán Pérez, Sabino Hermilo Flores Arias, Francisco Barajas Palacios y Sergio Flores Tadillo no alcanzaron la votación requerida para incorporarse a lo que todavía hoy es el Supremo Tribunal de Justicia del Estado.
Y el Tribunal de Disciplina Judicial, en tanto, también tuvo resultados atípicos: para empezar el señor Arturo Javier Pérez Moreno no se encontraba en el radar como posible triunfador; sin embargo, fue el candidato que más votos sacó en la elección judicial, con 27 mil 866, y será, por tanto, el presidente del TDJ.
Aquí, contrario al Tribunal Superior de Justicia del Estado de Colima, en el Tribunal de Disciplina Judicial el primero y el segundo lugar lo obtuvieron los hombres, incluso con votaciones mucho más altas que las mujeres: Arturo Pérez con 27 mil 866 y Jorge Rodolfo Arceo con 26 mil 954.
Por el lado de las candidatas, conformarán el TDJ Alma Verónica Arellano Salazar, María del Carmen Virgen Quiles y Ruby Velázquez Loera; todas ellas quedaron en el tercero, cuarto y quinto lugar, respectivamente.
De pena ajena la participación de Mariana Martínez Flores: de 46 candidatos a juezas y jueces de distrito, quedó en el lugar 44; dos lugares más y quedaba en el sótano, algo que dice mucho del trabajo que hizo como funcionaria de la pasada administración.
Como juez de tribunal colegiado, en el ámbito federal, quedó el ex magistrado José Alfredo Jiménez Carrillo, lo que confirma que las campañas de desinformación en su contra no mermaron en sus aspiraciones.