Regaño presidencial

POR José Luis Santana Ochoa

Desde su púlpito mañanero, el jueves 10 de abril de 2025 la presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, sermoneó a sus camadas morenistas amantes de la vida de lujos, residencias palaciegas, autos de alta gama, ropa de marca, viajes, viejas, viejos y viejes,  restaurantes caros, grandes camionetas y escoltas de seguridad, preferencias que chocan de frente con la austeridad republicana y la pobreza franciscana que tanto predicó durante todo su sexenio el padre de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, quien ha de estar que se lo lleva la tía de las muchachas revolcándose en “La Chingada”  por los excesos y abusos de sus correligionarios que llegaron a las posiciones de poder  muy hambreados y siguen insaciables.

«¿Cómo debemos ser los que venimos del movimiento de transformación? Tenemos que comportarnos como decía Juárez, en la justa medianía, nosotros tenemos que dar el ejemplo de que no es el consumismo, no es el ir a restaurantes, andar viajando, andar en camionetotas. Esta cosa de la persona que llega con no sé cuántos guaruras, pues no, eso no va con nosotros. ¿Qué es eso de andar con no sé cuántos guaruras? Ir al, bueno, ya no voy a seguir, todas esas cosas que cuestan carísimas y la ropa de marca y no sé qué. No, nosotros venimos de un movimiento popular, porque, además, el pueblo en algún momento va a decir: no pues yo no voté por eso», se pregunta y sentencia Doña Claudia preocupada por los costos electorales que pudieran representar para Morena y sus candidatos tales abusivos comportamientos.

La verdad es que la líder moral de MORENA no debe preocuparse de lo que el pueblo bueno de México pueda decir en algún momento sobre la vida loca de los nuevos ricos de la política nacional, o que vaya a cobrarse sus afrentas en las urnas. Los programas sociales del Gobierno Federal dan para que se olvidé de todo eso y mucho más, como ha sido la constante en las elecciones de 2021 y 2024, por ejemplo. ¡Que siga la fiesta! No pasa nada.

Las preocupaciones de Claudia Sheinbaum Pardo por el impacto negativo  que teme puedan llegar a tener en los electores los escándalos que a diario escenifican prominentes miembros de la 4T-II, van escritas en la misma larga carta  que le envió a Eufemia,  dirigente nacional de su partido, Luis María Alcaide Luján, con su condena a las campañas electorales anticipadas como la de Andrea Chávez Treviño en Chihuahua; y Saúl Monreal Ávila, Zacatecas; y la prohibición del nepotismo en la nominación de candidaturas a partir de las elecciones de 2027.

«Yo no soy la presidenta de Morena, la presidenta de Morena es Luisa María, lo está haciendo muy bien, es una excelente compañera y ellos tienen que resolver muchas cosas de la vida cotidiana en eso ya no me meto», aclara paradas Claudia Sheinbaum Pardo. Sea como sea, en su opinión, sus correligionarios deben dejar «toda la otra parafernalia del poder». ¡No pos sí! Nomás porque ella lo sentencia.

EL ACABO

 La engreída joven senadora morenista de Chihuahua, Andrea Chávez Treviño, segura de que el tabasqueño Adán Augusto López Hernández respalda hasta la ignominia su adelantada campaña por la gubernatura del estado grande del país, se pasa por el arco del triunfo la llamada de atención que le hizo señora de Palacio.

 El nepotismo político y toda la otra parafernalia del poder” palidecen ante la escandalosa corrupción imperante en el país bajo el gobierno de la 4T-II, cuyos recientes capítulos son el huachicol fiscal y el robo de miles de millones de pesos concertado entre Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, S.A. de C.V. (Birmex) y empresas farmacéuticas privadas.

 Una cosa es cierta, los 4treros resultaron peores que los conservadores, neoliberales, hijos de Salinas, nietos de Porfirio Díaz y bisnietos de Maximiliano. La traían muy rezagada, dos sexenios no les ajustarán para satisfacer sus ambiciones de riqueza.