POR Jorge Octavio González
En el proceso de renovación del Poder Judicial del Estado de Colima hay aspirantes que, con toda la desvergüenza del mundo, se inscribieron para ser jueces y magistrados.
Sabedores que no tienen el perfil ni mucho menos la calidad moral para impartir justicia en el Estado, estas personas aprovecharon la mala publicidad a la citada reforma para ver si se podían colar.
El que de plano no tiene vergüenza, por su pésimo papel al frente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima, es Sabino Hermilo Flores Arias.
El abogado fue uno de los funcionarios más abyectos y serviles en el sexenio de José Ignacio Peralta Sánchez; con tal de quedar bien con el sistema para mantenerse en algún cargo público, fue capaz de manipular un expediente para favorecer a la ex directora del ICRTV que, sin embargo, cometió infinidad de irregularidades y violaciones a los derechos humanos del personal.
Protegida desde la más alta cúpula del poder, la también estilista se mantuvo en la impunidad absoluta; sin embargo, cuando Ignacio Peralta cayó en desgracia y tuvo que salir por la puerta de atrás, dejando a cientos de familias sin salario, también se le acabó la protección.
El problema, sin embargo, es que alcanzó a salir absuelta de las quejas interpuestas en su contra en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima, sin que el sucesor, Roberto Ramírez, pudiera hacer algo…o al menos ese fue el pretexto que puso para no darle continuidad.
Sabino Hermilo Flores Arias es, sencillamente, un sujeto sin dignidad y sin la capacidad para ser magistrado del Tribunal Superior de Justicia.
Mariana Martínez Flores aspira a ser jueza en la Judicatura de Primer Instancia.
Ex funcionaria de José Ignacio Peralta Sánchez, tuvo un mal desempeño en el Instituto Colimense de las Mujeres; incluso su salida fue festejada por la mayoría de los trabajadores que, hartos de su prepotencia, por fin tuvieron un respiro.
Montada en la agenda woke, como otra de sus compañeras de lucha, Martínez Flores no podría desempeñar eficientemente el papel de jueza.
El Comité de Evaluación del Poder Judicial del Estado, por el contrario, negó la oportunidad de participar a Katia Jazmín Guía Olmos y a Maricela Teresa Hernández Flores para aspirar a la magistratura del Tribunal Superior de Justicia y a una judicatura de primera instancia, respectivamente.
Y el Comité de Evaluación del Poder Legislativo dejó fuera de la competencia a Fernanda Toscano Martínez, quien aspiraba a una judicatura de primera instancia en el Poder Judicial.
En el caso de Katia Jazmín y Fernanda Toscano, los Comités de Evaluación argumentaron “falta de prevención e información por parte de la autoridad responsable”; en el de Maricela Teresa, sin embargo, “no se le notificó personalmente los motivos, causas o circunstancias por las que no cumplió con los requisitos de elegibilidad”.
Aunque el Tribunal Electoral de Colima resolvió como improcedentes sus impugnaciones, todavía tienen las instancias federales para revertir la decisión.
Tres personas, tres mujeres, no fueron elegibles por los Comités de Evaluación del Poder Judicial del Estado y del Poder Legislativo; pero sí fueron elegibles personas como Sabino Hermilo Flores Arias y Mariana Martínez Flores.
El mundo al revés.