San Valentín sangriento

POR José Luis Santana Ochoa

El mero día del amor y la amistad, viernes 14 de febrero de 2025 a las 18 horas con 45 minutos, la delincuencia organizada desató su violencia criminal en la muy concurrida Cabalgata de Mujeres de la edición número 168 de los tradicionales Festejos Charrotauirnas de Villa de Álvarez, dando muerte a un policía municipal y herido de 14 a 17 personas. De los sicarios motorizados que sembraron el pánico entre las familias asistentes al evento, ni sus luces, tampoco de las fuerzas armadas federales corresponsables con las estatales y las municipales, de garantizar la seguridad de los participantes en unos festejos que cada año atraen a cientos de turistas regionales, nacionales y extranjeros.

Cada vez que hay un hecho violento de gran impacto en Villa de Álvarez, los detractores de la alcaldesa Esther Rodríguez Andrade señalan como causante de los mismos a uno de sus hijos, pero en los casi tres años que llevan incriminándolo, ni la Fiscalía General del Estado ni la Fiscalía General de la República, hasta ahora, le han acreditado delito alguno, a pesar de lo cual siguen colgándole todos los malograditos. Si él es el principal causante de la violencia enseñoreada en ese municipio, el Gobierno de la 4T-II la tiene fácil para acabar con ella. Si nada ha hecho al respecto es porque no hay elementos para inculparlo o porque de plano, habiéndolos, lo protege.

Bien haría la alcaldesa Gutiérrez Andrade en exigirle a las Fiscalías que, de una vez por todas, si el hijo al que le atribuyen todas las desgracias de Micaela es culpable de causarlas, que lo sometan a proceso para que lo juzguen y sancionen, y si no, que lo exoneren y a otra cosa mariposa, En aras de la transparencia, la justicia y el bien del pueblo bueno villalvarense, deben aclarase fehacientemente paradas. A nadie, y nadie es nadie, le ayuda el sospechosísimo al que sus malquerientes tienen sometida a Tey atribuyéndole connivencia familiar. ¿O sí?  Vale más que se ponga colorada de una buena vez, y no que siga amarilla los próximos dos años.

Tienen razón integramos el Movimiento Regeneración Nacional en Colima en condenar tan lamentables hechos que “trastocan a toda la sociedad y a nuestras familias”, pero también deben reconocer que a pesar de la “constante coordinación con las autoridades de todos los niveles de gobierno para lograr avances en las investigaciones y mejorar las condiciones de seguridad”, no han dado los resultados que prometieron como oferta política para hacerse el 1 de diciembre de 2018 del poder presidencial que ha sometido a los otros dos de la Unión ahora más dividida y confrontada que nunca.

“El CDE, sectores, organizaciones, comités municipales, legisladores locales y munícipes del PRI, se solidarizan con los familiares y amigos de la persona asesinada y con los familiares de los menores agredidos con armas de fuego y demás lesionados. El PRI exige a las autoridades de los tres niveles de gobierno esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a los responsables”. ¡No pos` sí! ¡Faltaba más! 

“Hacemos un llamado a la unidad de todos los sectores de la sociedad para rechazar la violencia y trabajar en conjunto por un entorno seguro y en paz. No podemos permitir que el miedo y la inseguridad tomen nuestras calles y espacios de convivencia. Es imperativo reforzar la confianza en nuestras instituciones y en la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de la ciudadanía. Desde los Organismos Empresariales que suscribimos, extendemos nuestra solidaridad y apoyo a las familias afectadas. Nos sumamos a su exigencia de justicia y reiteramos nuestro compromiso con la construcción de un Colima seguro para todos”, fue el posicionamiento de las cámaras empresariales locales sobre el tema.

EL ACABO

 Tan respetables y dignas de ser escuchadas son las voces de los ciudadanos que piden la cancelación de los Festejos Charro-Taurinos de Villa de Álvarez, como las de quienes opinan que hacerlo sería claudicar ante la delincuencia organizada y reconocer de paso la incapacidad de los tres niveles de gobierno para someterla y restablecer la paz y el sosiego sociales perdidos.