Riult, un pésimo administrador

POR Jorge Octavio González

Riult Rivera ha demostrado, en menos de cuatro meses de estar al frente del ayuntamiento de Colima, ser un pésimo administrador y un auténtico fracasado en el manejo de las finanzas municipales.

En diciembre del 2024, para cubrir los compromisos de fin de año, el alcalde solicitó un crédito por 35 millones de pesos; en los hechos ni siquiera los utilizó para tal fin, pero la administración quedó endeudada a corto plazo.

Ahora, para adquirir cinco camiones compactadores nuevos para la recolección de residuos sólidos del municipio de Colima, el presidente municipal pidió, a través de la Oficialía Mayor, el arrendamiento plurianual que tendrá un costo de $28 millones 881 mil pesos.

Como, de acuerdo al artículo 3, fracción X de la Ley de Deuda Pública del Estado de Colima y sus Municipios, la petición para el arrendamiento de camiones es deuda directa pública, como queda asentado en su fracción VII, el costo de los camiones compactadores para la dirección general de Servicios Públicos Municipales se suma a la deuda de la comuna capitalina.

A los 57 millones 881 mil pesos que suman el emprésito a corto plazo y la renta de los cinco camiones compactadores para la recolección de residuos sólidos, se tienen que agregar los 580 mil pesos mensuales que cuesta el mantenimiento; sumados los 12 meses que tiene el año, resulta que la cantidad a pagar por el mantenimiento es de 6 millones 960 mil pesos.

En números redondos, sin embargo, la deuda pública que tiene el ayuntamiento de Colima, a menos de cuatro meses de iniciada la administración, es de $64 millones 841 mil pesos, casi los 65 mdp.

Debido a que no se tomaron en consideración los requisitos que la Ley de Deuda Pública del Estado de Colima y sus Municipios prevén, la Comisión de Hacienda Municipal no autorizó la solicitud de la Oficialía Mayor; el problema es que, de acuerdo a la regidora de MORENA, el director general de Asuntos Jurídicos del ayuntamiento de Colima encontró una forma de darle la vuelta a la ley para hacer la contratación sin la necesidad de la aprobación de la Comisión de Hacienda ni del Cabildo Municipal.

La sola deuda a corto plazo que solicitó Riult Rivera para los compromisos de fin de año, de acuerdo a Azucena López Legorreta, “consume nuestra capacidad de endeudamiento en este momento”; esto quiere decir que, aun sin consumarse el propósito del presidente municipal de adquirir en arrendamiento los cinco camiones compactadores, ya no era viable endeudar más la comuna capitalina por tener que pagar en diciembre los 35 millones más intereses que solicitó a finales de 2024.

De ahí que, después del análisis que se hizo de la solicitud de la Oficialía Mayor, se determinó que no se podía autorizar el arrendamiento de los camiones recolectores de residuos sólidos; sin embargo, como en el ayuntamiento de Colima se hace lo que diga el presidente municipal, se buscó la manera de burlar la ley para hacer la contratación en mención sin que tenga que aprobarse en la Comisión de Hacienda ni en el Cabildo Municipal.

Y como los reporteros domesticados siempre sacan a relucir la deuda que dejó Leoncio Morán Sánchez en el ayuntamiento de Colima, resulta que lo que dejó de pagar al Instituto de Pensiones de los Servidores Públicos del Estado de Colima, de acuerdo a declaraciones de Héctor Arturo León Alam, fueron 52 millones de pesos en toda su administración.

Esto significa, para hacer comparaciones, que Riult Rivera ya pidió más (65 mdp) en menos de cuatro meses que lo que dejó de pagar Morán Sánchez (52 mdp) durante toda su administración; claro que el actual edil tiene la obligación de saldar el corto plazo a finales de este año, pero de cualquier manera las cantidades que está pidiendo rebasan, por mucho, lo que a sus antecesores les valieron denuncias penales y de juicios políticos ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado, respectivamente.

El manejo de los dineros del pueblo, lo que con mucho sacrificio paga la gente que trabaja todos los días, no se le da a Riult Rivera, acostumbrado a despilfarrar recursos que no son de él para obtener lo que desea como sea.

Si en menos de cuatro meses Riult Rivera tiene endeudado al ayuntamiento de Colima con 65 millones de pesos, cuánto más tendrá la necesidad de pedir para cumplir con todos los compromisos que adquirió —unos legítimos y otros al margen de la ley— durante la pasada campaña electoral del 2024.

Pronto lo sabremos.