Riult, incapaz de poner orden entre su personal

POR Jorge Octavio González

A inicios de este 2025, en una gasolinera de la Avenida San Fernando, mujeres de la Policía Municipal de Colima se agredieron enfrente de varias personas; las cámaras de seguridad del negocio deben corroborar la versión.

¿Y qué pasó? Nada, en lo absoluto: ni el general Vicente Venustiano Guzmán Lucero ni mucho menos el vocero mirrey Stanley Alejandro Campos Morales informaron sobre el suceso.

Porque es común, por supuesto, que mujeres policías, quién sabe por qué motivos, se agarren a golpes en un lugar público sin que haya consecuencias de ello.

En fin: la supuesta capacitación que prometió Riult Rivera para todos los elementos a las órdenes del Comisionado de Seguridad Pública y Justicia Cívica no sirvió para nada. O no la están dando, sencillamente.

Respecto a las corporaciones del ayuntamiento de Colima, se puede apreciar que, en efecto, no tienen capacitación de ninguna índole ni tampoco cultura cívica.

Esta semana, en PXPress, se exhibió un video en donde una camioneta de la Coordinación Municipal de Protección Civil Colima —placas FE-1591-A—, sin estar en ningún servicio de emergencia ni siniestro, se estacionó en la banqueta de la calle Lerdo de Tejada, en la ciudad de Colima, obstruyendo el paso a las personas con discapacidad.

La cuestión es que el chofer ni siquiera se encontraba a la hora de ser videograbado; en la calle sólo había un puesto de tacos y ya. En los alrededores, sin embargo, no había absolutamente nada que ameritara estacionar el vehículo oficial sin respetar las leyes de tránsito y vialidad.

Pero el ejemplo arrastra: el teniente de infantería retirado, Mario Alberto Ángeles Ramírez, fue acusado de cobrar moches a las personas que solicitaban licencia para sus negocios en la pasada administración.

Ahora, de acuerdo a las denuncias que nos hacen llegar los mismos trabajadores del ayuntamiento de Colima, el titular de Protección Civil Municipal hizo su agosto en diciembre del 2024 autorizando negocios de venta de cohetitos cerca de escuelas, gasolineras y negocios.

Cada tiendita debió pagar 15 mil pesos por vender cohetes que pudieron generar una tragedia entre los niños.

Señalan que, ante esto, Riult Rivera no hace nada para remediar lo que hacen sus subalternos; dicen que tiene a un estafador como funcionario de primer nivel y se hace de la vista gorda, seguramente porque está al tanto de las irregularidades y recibe moche de las extorsiones que hace su empleado.

Algo debe estar mal en el presidente municipal si sus elementos de tránsito y vialidad, policías municipales y personal de protección civil violan la ley a sabiendas de que nada les pasará; debiera ser aterrador para los colimenses darse cuenta que quienes tienen la responsabilidad de cuidarlos en las calles y rescatarlos de los siniestros son los primeros en actuar como criminales.

Riult Rivera no está a la altura de las circunstancias ni es el líder que la oposición esperaba; ni siquiera puede meter orden entre el personal que mantiene contacto directo con la gente en las calles.

Riult Rivera es una farsa.