POR Sdaydep
Será hoy lunes 8 de agosto cuando, según lo anunció el pasado viernes, Martín Flores Castañeda denunciará a Miguel Ángel Vargas Vaca ante la Fiscalía General del Estado como el responsable de la campaña de odio y calumnias en redes sociales en su contra.
Al margen de que el secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Colima (STSGE) dio por bueno lo publicado en PXPress, respecto a que desde la coordinación de Comunicación Social del gobierno del Estado se ha venido orquestando esa serie de cuestionamientos en contra del líder sindical porque están apoyando con todos los recursos económicos y humanos a Sergio Fuentes, al candidato de la panilla Unidad y Fuerza Sindical le hace falta agregar dos nombres a su querella.
Si bien Miguel Ángel Vargas es el que ordena lo que se tiene que hacer y aprovecha los convenios que tiene con los medios de comunicación a su servicio para colocarlos en los mejores espacios, tiene a sujetos ruines y sin ningún sentido de la lealtad que hacen el trabajo sucio desde hace pocos meses: José Fernando Álvarez Luján y Miguel Ángel Chávez Valencia, alias La mujer barbona.
Son ese par de gángsters de la comunicación los que se han encargado de crear páginas apócrifas de Facebook para atacar al secretario general del STSGE y los que han hecho las solicitudes de información, como José Saramago, a la Plataforma Nacional de Transparencia para pedir todo lo relacionado con los familiares de Flores Castañeda en la nómina del gobierno del Estado y las propiedades a su nombre, de sus familiares y amigos que asumen como prestanombres.
Ya lo dijo el propio Martín Flores: toda esa información, por demás falsa y tergiversada, lo pone en riesgo a él, a su familia y a amigos de ser víctimas de secuestro o de extorsión por parte del crimen organizado. Eso sin contar con que está amenazado de muerte por Víctor Torrero Enríquez, un tipo cobarde y sucio que continúa increíblemente como subsecretario de Administración pese a la acusación tan grave que le hizo al líder sindical.
Cuando Fernando Álvarez Luján y Miguel Chávez Valencia quedaron en la orfandad política al ser rechazadas sus peticiones de trabajo, muy por encima de su nivel, perfil y capacidad, uno de los que le brindó apoyo moral y los acogió en su seno fue Martín Flores Castañeda; durante el sexenio de Ignacio Peralta fueron los más acérrimos defensores del líder sindical y daban la vida por el buen amigo.
Ahora, sin embargo, el escenario cambió: Martín Flores sigue siendo el mismo y defiende los derechos de los trabajadores, ahora como candidato a reelegirse; Álvarez Luján y Chávez Valencia prefirieron darle la espalda y reincorporarse al sistema porque para ellos estar fuera de la nómina otros seis años sería seguir en el error.
Aunque es poco probable que la Fiscalía General del Estado tome en serio la denuncia que interponga el líder sindical, es importante que quede como precedente que se buscó el mecanismo para frenar ese sistemático golpeteo que, desde la coordinación de Comunicación Social y la coordinación de Asesores del gobierno del Estado, viene auspiciando Miguel Ángel Vargas Vaca.
Se entiende que no sepa qué hacer en el manejo de crisis y no pueda cambiar la narrativa oficial a favor de su jefa; lo que no se entiende es que recurra a rufianes y mercenarios de la comunicación para que hagan un trabajo que ya habían desempeñado hace más de 15 años en el gobierno del Estado.
Vargas Vaca debe lamentarse haber aceptado la invitación de Indira Vizcaíno a su equipo de trabajo; tan agusto que estaba en su programa, con entrevistas a modo a sus amigos, bebiendo cerveza de su socio Kristian Meiners Tovar mientras, entre broma y broma, pedía recursos para promocionar los contenidos en su página de Facebook.