POR Jorge Octavio González
El principal error del Festival Sabe Bien, organizado por el ayuntamiento de Colima, fue la distribución en redes sociales del programa oficial.
Las prisas por difundir el libelo en cuestión exhibieron a los diseñadores como unos cuachalotes: en el programa oficial venía el jueves 19 de noviembre, el viernes 20, el sábado 21 y el domingo 22; minutos después corrigieron y enviaron el correcto, con el jueves 21, viernes 22, sábado 23 y domingo 24 de noviembre.
Tan desesperados estaban en el equipo de Riult Rivera por que se difundiera masivamente el programa oficial que no tuvieron empacho en recurrir a influencers para que lo publicaran en sus redes sociales, con la promesa de que —no se rían que es en serio— ¡les iban a pagar un peso por cada like!
Lo sé: da más cornadas el hambre.
Dirán algunos que eso es lo de menos; que lo importante es que el evento se realizó y que tuvo una asistencia considerable.
Lo verdaderamente trascendente, algo que ya se está haciendo costumbre, es el desprecio que tiene Riult Rivera por la gente a la que perjudica con sus ocurrencias.
Resulta y resalta que, de acuerdo a varias quejas de vecinos en algunos medios de comunicación, el presidente municipal de Colima no los tomó en cuenta para la organización del Festival Sabe Bien; simplemente se montó en su macho y decidió dónde instalarse, sin importarle todo el tráfico, el ruido y las ambulancias que pasan por el lugar y que llevan pacientes que requieren atención inmediata.
Ayer jueves, por ejemplo, alrededor de las 6 de la tarde el camino a Zentralia estaba hecho un caos; la calle de norte a sur estaba cerrada, invadida por los puestos que van a estar ahí hasta el domingo 24 de noviembre.
En algunos medios de comunicación se documentó la molestia de vecinos de los fraccionamientos Paseos de la Cantera, La Cantera, Hacienda Real y Pérgolas; todas esas colonias se van a ver afectadas por el ruido, el tráfico y los pleitos de borrachos que van a protagonizar durante estos días.
Incluso por el lugar, antes de llegar a Zentralia, existen infinidad de negocios, restaurantes, bares y antros que, justamente el fin de semana, perderán clientela y dinero por culpa de los negocios que puso ahí Riult Rivera.
Los vecinos de los alrededores señalaron que, en lugar de invadir la vialidad donde perjudicará negocios y los hospitales que se encuentran por la zona, el Festival Sabe Bien podría llevarse a cabo en parques o jardines, donde no generen las afectaciones descritas por ellos mismos.
Pero ya se vio que a Riult Rivera no le importa perjudicar a los colimenses, aunque se les quede bien grabado el nombre del presidente municipal que los ninguneó; lo que al alcalde le interesa es quedar bien con los empresarios que están patrocinando el evento para que eventualmente lo ayuden en su aventura política dentro de tres años.
Promocionar a la empresa Coca Cola, la bebida que provoca el mayor número de muertes por diabetes en el mundo entero, es un sinsentido que Riult Rivera parece no entender; todo sea por agradar a sus mecenas y cumplir compromisos con sus biógrafos.
Riult Rivera no sabe lo que hace, es desorganizado y no tiene ni idea de cómo llevar a cabo un evento de gran calado que emocione a los colimenses.
El presidente municipal es un simple vividor acostumbrado a tener todo en bandeja de plata sin esforzarse en lo más mínimo.