POR Jorge Octavio González
Si, como dicen ahora, es tiempo de mujeres, lo ideal es que hoy, que se realizan las elecciones para renovar la dirigencia del SNTE VI en Colima, gane la mayoría de votos una mujer.
De los cinco aspirantes a suceder a José Jaime Núñez Murguía, que ha sido un cero a la izquierda en la defensa de los trabajadores federales de la educación, la única mujer es la señora Betty Salazar.
Ella sería, si es verdad eso de tiempo de mujeres, la nueva secretaria general de la sección VI del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Colima.
Hay otros, sin embargo, que están haciendo su lucha; algunos con el apoyo de toda la estructura y otros más que compiten para ver qué alcanzan a negociar.
Miguel Ángel Huezo, de acuerdo a lo que se ha publicado en los medios de comunicación y las redes sociales, es el favorito del actual dirigente del SNTE VI; es quien está recibiendo todo el apoyo del oficialismo como en los tiempos del viejo PRI.
Este martes, por ejemplo, en el cierre de campaña que hizo en el Parque Hidalgo, se demostró que el candidato oficialista recibió la ayuda de la estructura que movilizó José Jaime Núñez: camisas amarillas con su nombre, pancartas y hasta un peluche gigante de Pikachu fue lo que se vio en la tarde-noche de este 12 de noviembre.
Si Miguel Huezo significa la continuidad del servilismo y mediocridad de la actual dirigencia del SNTE VI, entonces no es la opción que requieren los trabajadores de la educación adheridos a dicha sección; ya vimos que José Jaime Núñez ha sido débil y hasta temeroso en la defensa de los derechos de los maestros.
Puede tener todo el apoyo de la estructura y el dinero de las arcas de la sección VI del SNTE, sin embargo, eso no se traduce necesariamente en apoyo real a los trabajadores de la educación; votar por Huezo es continuar con la sumisión y gatopardimso de un Núñez Murguía que sólo ha visto por sus propios intereses.
Christian Joaquín Sánchez Cosío, dicen los que lo conocen y saben de su trayectoria, es respaldado por el corruptazo ex jefe de asesores del gobierno de Silverio Cavazos Ceballos, Aureliano Hernández Alonso, también empresario del transporte púbico.
La casa de Aureliano Hernández, a inicios de esta administración estatal, fue baleada alrededor de 100 ocasiones por sujetos que querían enviar un mensaje contundente al dueño del lugar; cuando unos reporteros le preguntaron si sabía por qué habían atacado su domicilio, Hernández Alonso tuvo el cinismo de decir que desconocía el motivo, como si más de 100 balazos no fueran razón suficiente como para entender que alguien le enviaba un mensaje del crimen organizado.
Por supuesto que eso no descalifica en automático a Sánchez Cosío; sin embargo, su padrinazgo lo mancha con toda la estela de corrupción del sujeto en cuestión, que durante el silverato hizo de las suyas en su papel de político y empresario del transporte público.
Restan dos candidatos más: Francisco Espinoza y Carlos Hugo Carrillo.
Los dos, al parecer, pertenecen al mismo grupo político de Betty Salazar, por lo que se unirían, en caso de un cierre apretado, a la única mujer que compite por la secretaría general de la sección VI del SNTE.
Hoy, pase lo que pase, se conocerá a la o al sucesor de José Jaime Núñez Murguía.