Los últimos estertores de Griselda

POR PXPress

GRISELDA MARTÍNEZ MARTÍNEZ demostró, hasta el último minuto de su administración, el talante autoritario y represivo que caracterizó su gestión en el ayuntamiento de Manzanillo.

FUERON SEIS AÑOS de conflictos, de imposiciones, de caprichos y de victimizarse ante cualquier cuestionamiento que le hiciera la prensa o los políticos opositores a su gobierno.

EN LA SESIÓN DE CABILDO extraordinaria número 92, por ejemplo, Griselda Martínez utilizó el poder que todavía tiene —sólo le quedan dos días más, por cierto— para retirarle la representación jurídica del ayuntamiento de Manzanillo al síndico Cristian Bolaños.

DICHA REPRESENTACIÓN, con la complicidad de la mayoría del Cabildo a modo de la presidenta municipal de Manzanillo, se la dieron, obviamente, a la propia Griselda Martínez Martínez.

EL OBJETIVO, POR SUPUESTO, es que el bono millonario que se aprobaron para la alcaldesa, regidores y personal de confianza que simpatizan con ella transite sin problema alguno, y no, como lo proponía el síndico municipal, se pudiera cancelar para que ese dinero sea utilizado a favor de los manzanillenses.

CON LA REPRESENTACIÓN jurídica del ayuntamiento de Manzanillo en su poder, Griselda Martínez hará todo lo posible para que el bono millonario pueda ser disfrutado por ella y sus regidores serviles, sin posibilidad alguna de que se puedan ejercer acciones legales para revertir semejante barbaridad digna del viejo régimen priísta.

NO IMPORTA, AL FINAL, si el síndico Cristian Bolaños ya no tiene la representación legal de la comuna porteña; serán los nuevos funcionarios que tomen protesta a partir del primer minuto del 16 de octubre de este 2024 los que, a través de acciones legales, puedan detener el robo en despoblado que pretende Griselda Martínez y sus regidores.