Festín en el Congreso del Estado de Colima

POR Jorge Octavio González

Ayer fue de fiesta para algunos políticos que tuvieron la fortuna de tomar protesta como diputados locales en la Sexagésima Primera Legislatura.

El caso más emblemático es el de Julio César León Trujillo: de no tener un cargo la semana pasada, en cuestión de días el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le otorgó la diputación local plurinominal en el Congreso del Estado y la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dio a conocer su nombramiento como coordinador nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez.

Cierto es que el ex dirigente de MORENA no podía tener los dos cargos al mismo tiempo; lo que hizo fue asumir su curul en el Poder Legislativo y tomarse la foto con su mayoritaria bancada y aliados, y ya después solicitó licencia a la diputación para integrase al gabinete de la primera presidenta de México.

De acuerdo a la lista de candidatos a las diputaciones locales de representación proporcional que Movimiento de Regeneración Nacional envió al Instituto Electoral del Estado, el tercer lugar lo tiene Maritza Rubí Cortés Mercado, seguido del ex legislador chicahuak Alfredo Álvarez Ramírez.

No es seguro, por la forma en que se repartieron las diputaciones plurinominales, si el tercer lugar en la lista de MORENA será quien asuma la curul en esta 61 Legislatura, ya que Julio León es hombre y, por la lógica que manejaron las autoridades electorales durante este proceso electoral, debe asumir su lugar otro hombre, quedando fuera Maritza Cortés.

Lo que sea que determinen será única y exclusivamente responsabilidad de las autoridades electorales; lo cierto es que, hombre o mujer, la diputación que deja Julio León Trujillo será para MORENA.

Quienes ya estaban frotándose las manos porque iban a tener tres diputados en esta Legislatura eran los del PAN; con lo que no contaban es que, de última hora, la máxima instancia electoral le quitaría la diputación a doña Amalia Castell Ibáñez para dársela a MORENA.

De tres que conformaban la bancada panista, ya sólo quedan dos.

La diputada Sofía Peralta Ferro, hija del mayor traficante de influencias en Colima, que al menos ganó la elección por todo el dinero que le metieron a su campaña.

Y Jesús Alberto Partida Valencia, que entró al Congreso del Estado como parte de la diversidad sexual sin tener un solo antecedente de activismo o de apoyo a favor de la comunidad LGBT+.

Y por instrucciones de Julia Jiménez Ángulo, su comadre, Beto Partida fue nombrado como el coordinador de la fracción parlamentaria del PAN, con derecho de voz y voto en la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo.

De los demás luego hablamos.