POR Jorge Octavio González
La ministra Loretta Ortiz Ahlf abrió fuego en contra uno de los empresarios más importantes y estridentes de México: Ricardo Salinas Pliego.
Y es que, a través de una entrevista que le hicieron, la ministra reveló que el magnate de la televisión le ofreció dinero para cabildear a su favor en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Loretta Ortiz actúa como política y hace política; el respeto a la Constitución y la pulcritud con que debe conducirse en el cargo le importa poco.
Así es Lenia Batres Guadarrama: actúa al servicio de los intereses del gobierno de la República, no de los ciudadanos que exigen justicia.
Y qué se puede decir de Yasmín Esquivel: plagió la tesis de Licenciatura y también la de Maestría, como se lo documentó el académico Guillermo Sheridan. Además es esposa del contratista favorito de la 4T.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se quiere convertir en un apéndice más del gobierno federal, quien ya tiene en su bolsa a los diputados y senadores, sus fieles vasallos.
Ahora que se aprobó con la traición de Miguel Ángel Yunes Márquez la reforma al Poder Judicial de la Federación, los ministros del presidente de México están en plena campaña para refrendar su permanencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Loretta Ortiz Ahlf fue de las primeras en hacerlo y tomó como bandera política una aparente propuesta económica de Ricardo Salinas Pliego para iniciar su campaña política rumbo a la reelección de ministra.
Eligió como rival a uno de los empresarios que no se ha doblegado a los intereses del gobierno federal y que, por el contrario, ha sido un arduo y mordaz crítico de algunos de los funcionarios de AMLO y del partido MORENA, como Citlali Hernández.
La cuestión, sin embargo, es que la ministra que está en plena campaña de proselitismo, sin todavía solicitar licencia para separarse de su honorable cargo, ya recibió respuesta del corporativo del dueño de TV Azteca.
Y no fueron nada amables ni respetuosos con ella: “Tras la reforma judicial, la ministra Loretta Ortiz Ahlf ha dejado de ser juzgadora para convertirse en una política más. La integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha iniciado su campaña y, como candidata política sin escrúpulos, la comienza mintiendo”. Duro, muy duro el inicio de la respuesta de Grupo Salinas a la ministra.
Y agregan: “Loretta Ortiz Ahlf, ministra de la Corte, está en campaña; así recurre a los mismos trucos y mentiras habituales en políticos; lo hace para ganar reflectores y engañar al electorado, intentando construir respaldo popular para poder cuidar de los intereses de sus verdaderos jefes en el máximo tribunal”.
Y concluyen igual de fuerte: “Esta es muestra inmediata de la materialización de uno de los riesgos de la reforma judicial: una ministra en activo que pierde objetividad por estar en campaña, actuando en función de los intereses de quienes tripulan su candidatura, y no de la verdad o la justicia”.
Después de la tremenda revolcada que le dieron a la ministra Loretta Ortiz Ahlf, a ver si le quedan ganas de continuar su campaña colgada de Ricardo Salinas Pliego.
Parece que su bandera de campaña no resultó como esperaba.
Y la pregunta es: ¿así se van a conducir los ministros, jueces y magistrados que busquen un cargo en el Poder Judicial de la Federación mediante las campañas electorales?