POR Jorge Octavio González
Aún están en las redes sociales los videos donde la entonces candidata Gaby Mejía prometía que iba a resolver el problema del agua en el municipio de Cuauhtémoc y que también iba a realizar obras en beneficio de los ciudadanos.
Pues ni resolvió el problema del agua (promesa que viene desde el birriero Rafael Mendoza) ni detonó la economía como para llevar a cabo obras trascendentales en el municipio.
Ayer, por ejemplo, con las lluvias se reflejó otro de los fracasos de la presidenta municipal de Cuauhtémoc: el río de El Trapiche se desbordó e inundó las calles aledañas, particularmente la calle Lázaro Cárdenas, generando pérdidas económicas, amén de que se tuvo que desalojar a varias familias que corrían el riesgo de que sus viviendas colapsaran.
Una simple lluvia, que ni siquiera duró horas, provocó ese desastre en el río de El Trapiche y, con ello, se desbordó la ineptitud de Gaby Mejía, una alcaldesa que nunca vio por los habitantes del municipio, sino que actuó con frivolidad y soberbia, creyendo que las fotos para las rede sociales eran su mejor estrategia.
Como en menos de 13 días dejará la presidencia municipal para incorporarse como regidora en el ayuntamiento de Cuauhtémoc, Gaby Mejía acudió a El Trapiche, con impermeable y toda la cosa, para recorrer las calles que sufrieron daños por las lluvias.
Acto demagógico, nada más.
Gaby Mejía reconoció que ellos como autoridad no tienen la capacidad económica para solventar los gastos que se generen por los daños, por lo que su presencia en El Trapiche de nada sirve.
Lo que sí hizo, sin embargo, fue decir que llamó por teléfono a la gobernadora de Colima y que ella, por alguna razón, no le respondió.
Los damnificados por las lluvias en El Trapiche van a requerir la ayuda económica del gobierno del Estado y del gobierno federal; con el reparto de culpas de la presidenta municipal en nada abona a la empatía y solidaridad de los entes de gobierno al municipio.
Tal vez, sólo tal vez, a Gaby Mejía no le preocupa mucho lo que suceda porque en menos de 13 días dejará el poder y será una regidora más; sin embargo, a los habitantes sí les interesa su estabilidad, por lo que, si no es la actual alcaldesa, será doña Lupe Solís la que se encargue de solucionar problemas que ella no generó.
El gobierno de Gaby Mejía concluye como el río de El Trapiche: desbordado, generando daños a la población, un vil desastre.