POR Jorge Octavio González
Carlos Antonio Chavira George, cuando vio que ya no podía seguir callando a billetazos al adolescente y la madre de éste ya lo había denunciado ante la Fiscalía General del Estado de Colima por abuso sexual y pornografía, envió desde su escondite un mensaje amenazante a su suplente y a sus allegados:
—¡Si me detienen y me hundo, ustedes se hunden conmigo!
El candidato del PRI y el PAN a la presidencia municipal de Coquimatlán, ganador en estas pasadas elecciones, se encontraba prófugo de la justicia y esperaba evadir la acción legal hasta que tomara protesta como alcalde el primer minuto del 16 de octubre de este 2024.
Aunque logró burlar la ley el día que tenía que recoger su constancia de alcalde electo, donde los agentes judiciales lo estaban esperando para detenerlo, un descuido alertó a las autoridades y lograron aprehenderlo la madrugada del lunes 2 de septiembre.
El suplente Luis Gerardo García Olivares entendió que, ante la caída de su jefe Carlos Chavira George, tenía que huir para que no lo alcanzara el brazo de la justicia.
Este lunes, por lo pronto, no asistió a sus clases en la Facultad de Derecho y se desconectó por completo para no ser localizado.
Pero vayamos por partes para entender lo sucedido:
Si bien la denuncia por abuso sexual y pornografía era única y exclusivamente en contra de Carlos Antonio Chavira George, donde nada tenía que ver Luis Gerardo García Olivares, lo cierto es que el suplente del alcalde electo también solía participar en las juergas donde había menores de edad.
Tanto Chavira como García Olivares hacían su vida y las relaciones que sostenían con jovencitos eran de común acuerdo; el problema surgió cuando uno de ellos se resistió y el asunto llegó a oídos de su madre, lo que derivó en la denuncia interpuesta ante la Fiscalía General del Estado de Colima en contra del entonces candidato a la presidencia municipal de Coquimatlán.
Cuando se dio a conocer la denuncia y posteriormente se libró una orden de aprehensión en su contra, Carlos Chavira decidió esconderse como el cobarde que es para ganar tiempo y lograr tomar protesta como alcalde, con el objetivo de que las autoridades no lo molestaran y saliera impune del crimen cometido.
Pero no contaba con que la madrugada de este lunes, en un descuido infantil, las autoridades lo iban a detener y enviarlo a la cárcel ante su negativa a comparecer las tres veces que fue citado para declarar.
¿Y qué tiene que ver en todo esto Luis Gerardo García Olivares?
Que, aunque no participó en los hechos que denuncia la madre de un menor de edad, sí acudía a las fiestas donde había adolescentes y jovencitos.
Carlos Chavira, consciente de que su debilidad carnal tarde o temprano lo metería en problemas, se encargó de recabar pruebas fotográficas y de video de sus juergas, donde aparece, además de su suplente, otros miembros de su equipo que también fueron amenazados con salir embarrados si Chavira George caía.
De ahí que la primera acción de Luis Gerardo García Olivares, pese a que no tiene ninguna denuncia en su contra, fue huir y esconderse para ver si, con el tiempo, logra negociar algo para no ser encarcelado.
Un dato contundente: un temor fundado de Luis Gerardo es que, como vio el camino que tomó la denuncia en contra de Carlos Chavira, se enteró que otros jovencitos están pensando en denunciarlo para ver si obtienen dinero, aunque no existiera el abuso sexual.
La cuestión es que, si Carlos Antonio Chavira George no podrá tomar protesta como presidente municipal de Coquimatlán y su suplente Luis Gerardo García Olivares tampoco lo hará porque se encuentra en calidad de desaparecido, ¿qué pasará en el municipio chilingüinero?
¿Alguien más podrá tomar protesta?
¿O ante la ausencia de alcalde electo y el suplente se repetirá la elección?
Esperemos a ver qué sucede en esta tierra de Sodoma y Gomorra, Coquimatlán, Colima.