POR José Luis Santana Ochoa
Al calor de la contienda interna por la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional, los cuatro protagonistas que aspiran a conquistarla: Jorge Romero Herrera , Adriana Dávila Fernández, Damián Zepeda Vidales y Kenia López Rabadán, se rasgan sus blanquiazules vestiduras declarando “en pausa” su alianza electoral con el Partido Revolucionario Institucional sin romper sus coaliciones de gobierno como en el Senado de la República, la Cámara de Diputados, los congreso locales, las gubernaturas y los municipios que, ayuntados, priistas y panistas ganaron en las comicios del 2 de junio de 2024.
“Tenemos que poner una pausa y repensar (…) tenemos en el PAN que volver a encontrar nuestra identidad, nuestras cosas, que son las que llenaban plazas, hacía muchos años y esas son las que vamos a reencontrar. Todo lo que no sea el oficialismo claro que debemos tener un bloque de oposición, de contención de barbaridades. El PAN se unirá al bloque de la oposición a nivel parlamentario con el PRI e incluso con Movimiento Ciudadano (MC), pero no a nivel electoral para que el partido regrese a sus principios”, sentencia inapelable el virtual próximo presidente del CEN del PAN, Jorge Romero Herrera.
“Cuando algunos declaran: ‘Estamos en pausa’, ¿En pausa de qué? Si no vamos juntos, si no construimos la coalición, no ganan (ganamos, compadre) los municipios ni las gubernaturas, porque esa es la realidad. Nosotros vamos a pactar con firmeza y si el PRI tiene que competir solo en las elecciones, va a competir solo, no tengan duda. Tenemos capacidad, tenemos talento”, les reviró a los presidenciables panistas el dueño del Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas.
Moreno Cárdenas da en el blanco al expresar que entiende que las palabras separatistas de los panistas obedecen al hecho de que se encuentran inmersos en su proceso electivo interno y quieren hablarle a su base, motivo por el cual no debió de haberse enganchado como lo hizo. Lo mejor para unos y otros es no adelantar vísperas sino aplicarse a fortalecer los pocos gobiernos municipales y estatales que, como las alcaldías de Colima, Coquimatlán y Villa de Álvarez, ganaron el domingo 2 de junio de 2024 coaligados en “Fuerza y Corazón por Colima”, sin prisas, pero sin pausas. ¿O no?
El antecedente del desconocimiento que la engreída alcaldesa de Colima que se torció hacia el partido Fosfo- Fosfo Movimiento Ciudadano, Elia Margarita Moreno González, hizo de los partidos políticos que agrupados en la Coalición “Vamos por Colima” la llevaron al cargo en que se instaló el 15 de octubre de 2021, dejándolos fuera del parto y reparto equitativo de los cargos de funcionarios y empleados de confianza, entregándoselos sólo a miembros de la pandilla Ignacio Peraltista, fue una afrenta que le hicieron pagar cara en las urnas el domingo 2 de junio de 2024, hecho que no debe repetirse en aras de un gobierno municipal de coalición verdaderamente representativo y de resultados.
Digno de resaltar es que mientras que Elia Margarita Primera bateó a priistas y panistas por igual, en Villa de Álvarez Esther Gutiérrez Andrade honró acuerdos interpartidistas integrando su equipo de funcionarios y empleados de confianza con elementos avalados tanto por su Partido Revolucionario Institucional como por Acción Nacional. Así, conformó una gran fuerza en su administración pública municipal y una sólida alianza con priistas, panistas y la ciudadanía villalvarense en general, que en las elecciones del domingo 2 de junio de 2024 se le tradujo en una holgada victoria habiendo obtenido de sus paisanos 28, 540 sufragios,16, 729 más que hace tres años, prueba fehaciente de que paga traducir las alianzas electorales en coaliciones de gobierno.
EL ACABO
Si para la presidente electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, Indira Vizcaíno Silva es “una joven brillante, es la mejor gobernadora que ha tendido el estado”, ¿Por qué la ha dejado fuera del parto y reparto de cargos de primer nivel en su administración sexenal por iniciar? E pregunta, no se enojen.