“Vivimos angustiados, nos sentimos frágiles, tenemos miedo; hoy parece que hay que preocuparnos más por tener armas que por tener alimentos”, fue lo que dijo un ciudadano en el marco de la Jornada de Oración de por la Paz, que se llevó a cabo hoy en Colima.
La gente que ha sido víctima de la ola de violencia en la entidad, recrudecida a finales de enero tras la masacre en el CERESO de Colima, se congregó en el templo San Judas Tadeo, en la colonia Gregorio Torres Quintero.
De ahí caminaron por los lugares donde asesinaron a personas de dicha colonia y de La Albarrada, en la ciudad de Colima; en cada altar hacían un alto y comenzaban a hablar sobre la situación y oraban.
Concluyeron en la iglesia San Juan Bosco, de la colonia Albarrada.
“Hoy surge la competencia de quién es más fuerte, no porque tengan más valores o más cultura o mejores personas cargadas de humanidad, sino aquel que tenga las armas más sofisticadas y aquel que tenga cómo defenderse en una guerra”, finalizó el ciudadano, haciendo énfasis en lo que el gobierno parece ignorar: que estamos en una guerra.