POR Jorge Octavio González
Desgastante el ejercicio de realizar un análisis para determinar qué partidos políticos tendrán diputados de representación proporcional en la LXI Legislatura.
Los que ya tienen en la bolsa su curul por la vía plurinominal son Arnoldo Ochoa González, Jesús Alberto Partida Valencia, Dulce Huerta, Cristina Lupién Ventura y Martha Farías.
Hay quienes, retomando lo que dice el Código Electoral y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mencionan que también les toca a Amalia Castell, Judith Sánchez, Jaime Sotelo García alias Calzonzin Inspector y el indefinido Manuel Agustín Trujillo Gutiérrez.
Otros, en cambio, le quitan las plurinominales al Verde Ecologista y al Partido del Trabajo con el argumento de la sobrerrepresentación en el Poder Legislativo.
Pero eso, ciertamente, es relativo; no es seguro que las autoridades electorales se apeguen estrictamente a lo que dice la legislación local en materia de designación de diputados por la vía de representación proporcional.
Hay quienes, tratando de presumir sus habilidades en las matemáticas, repartieron las plurinominales a través de un método alfanumérico.
Lo cierto, sin embargo, es que las autoridades electorales, como el Instituto Electoral del Estado de Colima y el Tribunal Electoral de Colima, han demostrado que los ciudadanos no podemos tener una certeza jurídica en sus resoluciones, porque muchas veces se basan en sus criterios personales y presiones externas de grupos de poder.
Lo de la sobrerrepresentación del partido oficialista es subjetivo: si bien se firmó una alianza entre MORENA, PT y Verde Ecologista, las candidaturas se dieron a gente de los tres partidos en cada uno de los 16 Distritos.
Ganaron, eso sí, candidatos de MORENA, pero también del PT y del Verde Ecologista. ¿Cuál va a ser el criterio para determinar que, si bien los candidatos compitieron como alianza, al final son de partidos distintos?
Habrá un enredo en la resolución final.
Pueden hacer los ejercicios que quieran en estos momentos para ver quiénes ingresan al Congreso del Estado por la vía de representación proporcional; sin embargo, eso lo sabremos a ciencia cierta el último día de la actual Legislatura o el mismo día de la instalación de la LXI Legislatura.
Arnoldo Ochoa González, mientras tanto, puede estar tranquilo porque entrará pase lo que pase; ni siquiera el desastroso papel como dirigente estatal del PRI o el adeudo de 3 millones de pesos en salarios caídos de trabajadores que ganaron el laudo ante la autoridad laboral impedirá que el septuagenario asuma la diputación.
De igual manera Beto Partida: aunque fue impuesto en el primer lugar de la lista por su comadre Julia Jiménez como parte de la diversidad sexual sin tener un solo antecedente de apoyo a la comunidad LGBT+, también será diputado.
Cristina Lupién de igual manera será legisladora.
¿Qué nos espera con estos diputados?
Más que profesionales de la política, tendremos a los mismos corruptos de siempre y a las cuotas de grupos de poder que lograron colar a sus familiares en las listas de pluris.
Nada que no se haya hecho antes, con la vieja política.
Es decir: más de lo mismo.