Riult, en caída libre

POR PXPress

AUN CON LA AYUDA DE los partidos políticos y las autoridades electorales, quien de plano no ha subido en las preferencias ciudadanas es Riult Rivera, que en todas las encuestas habidas y por haber, publicadas y no publicadas, aparece en un penoso tercero y hasta cuarto lugar en la contienda por la presidencia municipal de Colima. Y es que, no obstante que los dirigentes del PRI y el PAN han ejercido violencia política de género y presionado a las autoridades electorales para que el panista quede solo en la elección por la alcaldía capitalina, el diputado federal no ha sabido capitalizar esa ventaja que tiene desde antes de que comience la campaña. El fin de semana, por ejemplo, Riult Rivera Gutiérrez dejó los restaurantes caros, los hoteles de lujo y sus amigos de la alta alcurnia para irse a dar, literalmente, baños de pueblo: acudió a El Cahuite, en donde, por curioso que sea, fue captado en un tobogán en caída libre, como está, en efecto, en las encuestas. Esos asesores de Riult no dan una.

LAS AUTORIDADES ELECTORALES deben estar muy al pendiente de la elección en el Distrito VI, que comprende Colima y Cuauhtémoc, sobre todo en la parte correspondiente al municipio que podría perder doña Gaby Mejía: como sucedió en el 2021, es muy probable que en las campañas corra a raudales dinero del crimen organizado, pero esta vez no sólo de una parte. Una auténtica y eficaz fiscalización debería estar contemplada en ese Distrito, pues la compra de votos, las amenazas a punta de pistola y las presiones de las organizaciones criminales por uno u otro candidato podrían inclinar la balanza. Y eso, en una democracia, no es justo.

PARA EL DISTRITO II compite, por la alianza del PRI y el PAN, Carlos Cárdenas Roque, un sujeto que ha hecho política a base de la traición, la extorsión y la corrupción. Como parte del engranaje financiero en la pasada administración estatal, también debería ser auditada su gestión para deslindar responsabilidades. Apegado a la trampa, a la simulación y al dinero fácil, Roque se topará con la cruda y dura realidad cuando la sociedad colimense le dé una patada en el trasero y no le queden ganas de seguir compitiendo por cargos de elección popular. Su historial de traiciones y proclividad a hacer política desde las alcantarillas ya se dio a conocer; allá los que le den el beneficio de la duda a quien ya acreditó ser un payaso y vividor.

SI DE LO QUE SE TRATA ES de que la gente decida a quién quiere como sus autoridades, ¿qué más da un simple papel de residencia o unas fotos obligadas donde aparecen dirigentes corruptos? Si así fueran de estrictos en cumplir la ley, Andrés Manuel López Obrador jamás habría sido candidato a jefe de Gobierno del Distrito Federal. O no nos vayamos tan lejos: el delincuente que compró su título en Santo Domingo jamás habría sido rector ni gobernador.