POR Jorge Octavio González
Evidenciado como un calumniador y violentador de mujeres, Fernando Moreno Peña no halla cómo justificar ser el que inició la guerra sucia en contra de la presidenta municipal de Colima que, ciertamente, ni siquiera los de MORENA emprendieron para sacarla de la jugada en el 2024.
El que cuestionó tener amigos y reuniones con liderazgos de Movimiento Ciudadano fue él; el que torpemente confundió el color rosa de las invitaciones del Informe de Gobierno con el naranja fue él; el que puso el grito en el cielo porque una dirigente municipal del PRI le dio un like a una encuesta de Facebook donde la alcaldesa era propuesta por MC fue él.
Al que no le pareció que se tomara una foto bebiendo un refresco que comercializó su familia fue él; el que reveló el contenido de una reunión privada, en donde supuestamente la presidenta le dijo a Alito Moreno que quería el Senado de la República, fue él; el que después volvió a decir sin prueba alguna que hace año y medio en MC le ofrecieron la candidatura a la Cámara Alta y que por esa razón Leoncio Morán Sánchez se salió del partido fue él.
(Por cierto: Locho Morán dijo que no era cierta la versión dicha por Moreno Peña sobre su salida y dijo que en breve dará a conocer la suya. Ya salió el primero en decirle a FMP en su cara que es un mentiroso).
Acorralado entre las cuerdas por la exhibida que le dio la alcaldesa como un violentador de género, Fernando Moreno se lavó las manos argumentando que él siempre dice lo que le consta o lo que le dicen sus fuentes, que generalmente son confiables, según él.
Pero en el siguiente programa que participó se enredó y cayó en una serie de contradicciones que, por supuesto, aquí demostraremos. Si bien aseguró que lo que dice en púbico tiene sustento porque le consta o una fuente muy confiable se lo dijo, después señaló que una de sus fuentes, de esas que dice son demasiado confiables, le dijo que la salida de la presidenta municipal tenía el objetivo de dividir el voto para que ganara Viridiana Valencia Vargas, en una especie de pacto entre la gobernadora y la alcaldesa de Colima.
Esa fuente, que según él es muy confiable, le dijo eso; sin embargo, acotó que a él no le consta que eso sea cierto.
¿Por fin? ¿Sus fuentes son o no confiables? ¿Dice lo que le consta y lo que sus fuentes le confirman o no? Si lo del pacto entre la mandataria y la presidenta no lo cree, ¿por qué lo dijo en público?
La respuesta es obvia: su objetivo es dañar y poner en entredicho las aspiraciones políticas de la ex directora del DIF Estatal en la pasada administración; no es cierto que siempre la ha respaldado ni que respeta sus decisiones, sino que en todo momento la obstaculizó y llegó a alzarle la voz con el arrogante “tú no me vas a enseñar a hacer política”.
Y otra incongruencia más fue cuando dijo, para justificar que él no decide candidaturas ni veta a nadie, que él no tiene ningún cargo dentro del PRI. Si es así, por qué acude a las reuniones privadas con el dirigente nacional tricolor para negociar candidaturas en Colima, como la que reveló donde fue la presidenta municipal de la capital.
O cuando, por la cerrazón de la dirigencia del PAN de imponer a Riult Rivera como el candidato de la alianza PRI-PAN a la alcaldía de Colima, estuvo presente cuando se levantaron los panistas e hicieron berrinche.
¿Por qué acude a esas reuniones? ¿Quién lo convoca? ¿Y para qué? Cierto es que no quiere que dejen a un lado a Lizzie Moreno Ceballos del reparto del pastel, dado el dineral que ya invirtió, pese a ser una de las diputadas más grises de la 60 Legislatura, que nunca confrontó al gobierno del Estado y se dedicó a ser comparsa del poder.
Sorprende que Arnoldo Ochoa González, que conoce perfectamente a Fernando Moreno Peña, permita que su compañero del Grupo Universidad se entrometa en la vida interna del partido y decida a quién apoyar y a quién no.
El único responsable de que la presidenta municipal de Colima se haya sentido incómoda en la alianza Fuerza y Corazón por Colima, al no respaldarla y ejercer constantemente violencia política de género en su contra, es Fernando Moreno Peña. Nadie más.
Como un ignorante quedó Arturo Velasco Villa, el empresario favorito del PRI, al pedir pruebas de tal violencia, cuando el sujeto nunca ha estado inmerso en la vida interna del partido sino en ver cómo beneficia a sus negocios desde la política, dado que siempre fue beneficiario de gobiernos priístas.