POR Jorge Octavio González
Ha quedado demostrado, con varios ejemplos que hemos dado en estas páginas, que la Universidad de Colima de Christian Torres Ortiz Zermeño no es feminista, no es proclive a la transparencia y a la rendición de cuentas y no audita ni vigila el debido uso de los recursos que recibe.
Pero resulta que tampoco es amigable con el medio ambiente ni la ecología.
Una estudiante, el 17 de enero de este año, se sorprendió cuando acudió a la Facultad de Letras y Comunicación y vio todos los árboles podados.
“Qué ganotas de regresar a clases y desayunar bien a gusto bajo la sombrita de los árboles recién podados”, dijo con sarcasmo la alumna que hizo la denuncia con las fotos que serán publicadas en el sitio www.pxpresscolima.com en esta columna.
En su post, que se hizo viral, no se hizo esperar el ingenio de los estudiantes para cuestionar esta reprobable acción que destroza la naturaleza sin ton ni son.
“Rápido: den ideas para que la Universidad de Colima invierta los súper millones que se ahorra en mutilar así a los árboles en vez de podarlos de forma adecuada”, escribió otro alumno.
Otra usuaria señaló: “La respuesta es fácil: como ahora ya a la Universidad se le cobra el agua y darles el mantenimiento es demasiada agua que se desperdicia en tanto baños, regar todo el campus… prefieren acabar con los espacios verdes”.
En otra cuenta fueron más duros: “No podan a sus maestros violadores pero qué tal sus árboles”.
Este, en particular, fue un golpe a la línea de flotación de Torres Ortiz Zermeño: aun cuando han difundido con bombo y platillo el despido de profesores denunciados por acoso laboral y sexual contra alumnas menores de edad, lo cierto es que sólo han aplicado sus protocolos a los maestros que no tienen padrinos en la política ni amigos ex rectores, pues ellos sí cometen toda sarta de tropelías y abusan de su cercanía con los ex mandamases de la U de C para continuar en la impunidad.
En la Universidad de Colima no es cierto que sean feministas; sólo buscan un chivo expiatorio para que la comunidad universitaria y los padres de familia estén más tranquilos, aun cuando dejan a pervertidos al frente de menores de edad que, como la alumna del Bachillerato #1, fue acosada por un profesor que fue amenazado por el hermano de la muchacha con incendiar la casa de sus padres si no se iba de Colima.
Aquí otro comentario más sobre el desprecio por la naturaleza de Christian Torres Ortiz Zermeño: “Práctica retrógrada e innecesaria, sólo genera estrés al ejemplar, lo deja vulnerable a plagas y enfermedades e inevitablemente lo vuelve (ahora sí) peligroso”.
Uno más dice: “Es más sueldo para el rector (su troca ya es del año pasado y ocupa una nueva)”. Este comentario recibió respuesta: “piensen en el rectooooorrr, cómo puede vivir con una troca blindada equipada de lujo del año pasadoooo, no puede ser posible él necesita una de agencia, qué nomás piensan en ustedes”.
Y aquí el último: “Ni si siquiera hay cables como para decir ok solo rebajarlo un poco pero no hay nada, al menos que les dé flojera a los conserjes de estar barriendo las hojas, neta cómo hay gente 0 empática, ya no hay nada que no me sorprenda sobre la Universidad de Colima”.
Hoy fueron los propios estudiantes los que se encargaron de cuestionar severamente a su rector por esta práctica enemiga de la naturaleza; con esto se corrobora que Christian Torres dirige los destinos de la casa de estudios de acuerdo a su ver y entender y no con responsabilidad y profesionalismo.
Pero qué se puede esperar de un sujeto paranoico y enano de ideas que prefiere tener a sujetos de menor perfil que él para sentirse cómodo entre su mediocridad.
Aquí las demás fotos de la poda: