Sanjuana exhibe corruptelas del gobierno de AMLO

POR Jorge Octavio González

El primer día que llegó Sanjuana Martínez a las oficinas de Notimex la recibieron con una corona funeraria.

A partir de ese momento no hubo un solo día que la agencia de noticias del Estado Mexicano no se viera involucrado en algún escándalo.

Notimex era, de acuerdo a las versiones de Sanjuana Martínez, un negocio controlado por una mafia sindical que siempre mantuvo cooptados a todos los que llegaban a dirigir la agencia.

Hasta que llegó Sanjuana: ella no sólo no se intimidó ante las amenazas del líder sindical y sus allegados, sino que, encima de todo, inició una serie de denuncias en su contra por irregularidades en el manejo del dinero de Notimex.

El año pasado se desmanteló la agencia y se liquidó a los trabajadores que laboraban en el lugar, pero la diferencia entre las liquidaciones de los sindicalizados y los que llegaron con ella motivó que la ex directora estallara y contara en dos artículos en el periódico La Jornada su versión de los hechos.

Sanjuana Martínez arremetió en sus escritos en contra de Luisa María Alcalde, entonces secretaria del Trabajo y hoy secretaria de Gobernación; de ella dijo que era un títere de su papá, Arturo Alcalde, abogado de la parte sindical que actuó como un auténtico mafioso.

La periodista relata que se reunió con él en un restaurante y le pidió de manera amenazante que reinstalara a más de 20 personas que había dado de baja y que mejor no se metiera en problemas; después le dijo que, si no hacía caso, seguiría la huelga.

Y así sucedió: la mayor parte de este sexenio la agencia Notimex estuvo en huelga y nunca hubo un arreglo que dejara satisfecha a todas las partes.

Pero lo más grave no fueron las amenazas mafiosas del padre de Luis María Alcalde sino la petición del actual secretario del Trabajo a Sanjuana Martínez de dar el 20% de las liquidaciones de los trabajadores de la agencia para la campaña de Claudia Sheinbaum.

El esquema no es nuevo y ya se había denunciado en otras dependencias del gobierno federal y en algunas entidades; la cuestión es que ahora la denuncia no venía de alguien externo ni producto de una investigación periodística sino de una funcionaria que se la jugó con Andrés Manuel López Obrador en la campaña y que obtuvo como recompensa la dirección de Notimex.

Cierto es que, cuando se le cuestionó a AMLO y a Sheinbaum acerca de las denuncias de Sanjuana Martínez, ellos negaron rotundamente la versión; incluso se atrevieron a pedirle que presente las pruebas de sus dichos y que haga las denuncias correspondientes.

Sanjuana Martínez les tomó la palabra y escribió en X, antes Twitter: “Me pide el presidente López Obrador que muestra pruebas de las liquidaciones ilegales al extinto sindicato de Notimex asesorado por Arturo Alcalde, padre de la secretara Luisa Alcalde y sobre las demás irregularidades, con mucho gusto, las tienen mis abogados que preparan las denuncias”.

Y sobre el ofrecimiento de 11 millones de pesos para traicionar a su gente y dar el 20% de las liquidaciones para la campaña de Claudia Sheinbaum, dijo: “los sobornos o los intentos de soborno, como en este caso, no se firman bajo notario, ni tampoco se emite factura o documento alguno como prueba”.

Pero sí existe quien es tan torpe de hacer eso y, encima de todo, publicarlo: el impresentable dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, tan bruto como él mismo.

Lo expuesto por Sanjuana Martínez exhibe al gobierno de López Obrador como corrupto y, sobre todo, cínico; no sólo porque resultaron igual o peor que los de antes, sino porque tienen un código mafioso, omertá, para guardar silencio ante las irregularidades y corruptelas que cometen los funcionarios del gobierno federal, que incluyen a los tres hijos mayores del presidente de la República.

¿Cuántos más, en la agonía de este sexenio, romperán el pacto y alzarán la voz para denunciar la corrupción del gobierno de la 4T?