POR Jorge Octavio González
La oposición en México tuvo una oportunidad de oro para montarse en la ola de indignación de cientos de miles de mexicanos que han visto en este gobierno federal el peor de cuantos haya habido en la historia del país.
Nadie olvida la corrupción, la represión y las desapariciones que el PRI hizo en su momento de esplendor; tampoco los pactos con facciones del crimen organizado que el PAN realizó a través del súper policía Genaro García Luna, hoy preso por trabajar para los narcotraficantes de aquélla época.
El de Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, ha sido una tragedia: récord de homicidios dolosos en su quinto año de gobierno, superando a los de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón en sus seis años; regiones de Estados del país, la mayoría gobernados por MORENA, totalmente tomados y controlados por el crimen organizado, así como más desapariciones que los gobiernos corruptos y neoliberales de los últimos 20 años.
¿Y qué ha hecho la oposición en México y en Colima? Todo lo posible por perder.
A nivel nacional, Xóchitl Gálvez Ruiz se ve desdibujada, dejada de la mano de los partidos que, ciertamente, se están entreteniendo en repartirse los mejores cargos, sobre todo plurinominales, para los más impresentables; ahí está Marko Cortés en la primera posición, mientras que Ricardo Anaya tiene un lugar seguro para regresar con fuero a México.
Para la jefatura de la Ciudad de México, aunque se logró nominar a un buen candidato como Santiago Taboada, no han podido aprovechar la descarada imposición que desde Palacio Nacional se hizo en la persona de Clara Brugada por sobre el que ganó en todas las encuestas, Omar García Harfuch.
Para el Senado de la República, en Colima, mencionan a Mely Romero Celis, quien después de perder la gubernatura en el 2021 dejó a todos sus simpatizantes botados y no hizo nada por dar la batalla para impugnar la elección; ella prefirió irse y dejar el problema a quienes se quedaron y ahora regresa exigiendo el primer lugar de la fórmula.
Queda claro que la priísta no ganará, pese a que la coalición Seguimos Haciendo Historia tendrá a impresentables como Joel Padilla Peña y Virgilio Mendoza Amescua como sus contrincantes. Si Mely no llega, mucho menos el que lo acompañe, que sólo hará el ridículo.
En las diputaciones locales pueden tener suerte: algunos distritos los tendrá el PT y el Verde Ecologista, con candidatos sumamente cuestionados y que sienten que pueden competir porque pagan para que algunos reporteros le publiquen sus eventos sin chiste.
Qué bueno que no estará en la boleta el extorsionador de Tecomán, que utiliza su enfermedad para dar lástima, porque en una de esas se cuela al Congreso del Estado, por más burro y miserable que sea.
De las alcaldías después hablamos, pero sólo resta decir que también están haciendo todo lo posible por perderlas.
En fin: la oposición en México y en Colima no supo aprovechar el momento histórico que representó la irrupción de Xóchitl Gálvez en la escena política, cuando miles de jóvenes comenzaron a participar y a entusiasmarse luego de ver a alguien que sí los representa y quiere lo mismo que ellos.
Aún faltan unos meses para que todo quede definido; esperemos despierten y, sobre todo, razonen.