POR Jorge Octavio González
Independientemente de que Martha Zepeda del Toro está diluyendo todo el capital político que construyó junto con la presidenta municipal de Manzanillo, en lo que sí coincidimos es en el esclarecimiento de los millones de pesos que se sacaron de la tarjeta American Express desde la administración de Virgilio Mendoza y que continuó en el periodo de Gaby Benavides.
Esta semana, en su transmisión en vivo, Griselda Martínez Martínez informó que tuvo audiencia en Colima sobre el tema y dio más detalles de lo que encontraron cuando arribó a la administración municipal.
Después de 4 años de haber presentado la denuncia ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, la presidenta municipal fue citada a declarar sobre la tarjeta Banorte, American Express, que domiciliaba gastos al ayuntamiento de Manzanillo por millones de pesos.
Indicó que la cuenta se abrió en el 2015, durante la administración de Virgilio Mendoza Amescua, y que se hicieron cargos ese año, el 2016, el 2017 y el 2018, donde se compraban muebles, ropa, “se pagaban partes de vehículos de lujo, se pagaban bares y cosas en el extranjero”, indicó la presidenta municipal.
Griselda Martínez cuestionó duramente a Gabriela Benavides Cobos por no darse cuenta ella ni nadie de su equipo de la existencia de dos tarjetas que ordeñaban las finanzas del ayuntamiento de Manzanillo desde antes de su llegada a la administración municipal.
La alcaldesa dijo que sólo tres personas están autorizadas ante el banco para sacar este tipo de tarjetas; esto es, el tesorero, el oficial mayor y el propio presidente municipal.
Y Gaby Benavides, aun cuando esas tarjetas se siguieron utilizando durante su periodo como presidenta municipal, nunca se dio cuenta de nada, pero tampoco su tesorera ni su oficial mayor. Y lo peor: tampoco se dieron cuenta en la Contraloría Municipal ni en el Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental del Estado de Colima, Osafig, que, de acuerdo a la alcaldesa, los audita cada año minuciosamente.
¿Dónde están, hoy en día, esos servidores públicos que no supieron de la existencia de esas tarjetas? El tesorero en la administración de Virgilio Mendoza Amescua es funcionario en el ayuntamiento de Tecomán con Elías Lozano, mientras que la tesorera en el periodo de Gaby Benavides es funcionaria de la Secretaría de Planeación, Finanzas y Administración del gobierno del Estado.
Griselda Martínez Martínez sabe que nada le van a hacer a Virgilio Mendoza Amescua ni a Gabriela Benavides Cobos por el uso de la tarjeta que denunció al inicio de su administración, por lo que, como se lo sugerimos en una entrega de esta columna, debiera mostrar a la opinión pública las facturas y recibos que se hicieron en las tarjetas que tenía que pagar el ayuntamiento de Manzanillo, al menos para que les dé vergüenza y la sociedad en general tenga conocimiento de en qué se gastaron sus impuestos este par de vividores de la política.
Si espera que les apliquen la ley, ahora que al Verde Ecologista le dieron el segundo lugar en la fórmula del Senado de la República y firmaron la alianza Seguimos Haciendo Historial en Colima, que mejor se siente en un lugar cómodo.
Lo cierto, sin embargo, es que a MORENA le va a pesar aliarse con corruptos que no son suyos sólo porque anhelan el control absoluto de las dos Cámaras para hacer las reformas a la Constitución que quiere el presidente de la República, entre ellas la aniquilación del Instituto Nacional Electoral, la colonización del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y absorber a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.