POR Jorge Octavio González
Esta semana Martha Zepeda del Toro acudió al Congreso del Estado a provocar a las autoridades que la están investigando y que la tienen vinculada a proceso por el delito de falsedad de los servidores públicos.
Con el pretexto de que ya no es secretaria del ayuntamiento de Manzanillo, llevó a algunas regidoras porteñas a la sede del Poder Legislativo a hacer una serie de denuncias en contra de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
Dijo que acudía como ciudadana, pero entonces por qué se llevó a regidoras del ayuntamiento de Manzanillo en horario laboral.
Zepeda del Toro es una provocadora profesional; basta ver cómo en el sexenio pasado fue capaz de llevar bultos que simulaban cadáveres a las afueras de Casa de Gobierno, todo con la finalidad de protestar por la inseguridad.
El papel que ahora pretende protagonizar es el de víctima, algo que no le queda en lo absoluto; el problema es que sigue utilizando recursos humanos del ayuntamiento de Manzanillo para reforzar su narrativa y tratar de vencer a los jueces a punta de golpeteos en los medios de comunicación.
La ex funcionaria del ayuntamiento porteño dijo que hay personal de la Fiscalía General del Estado de Colima que la está siguiendo en cada paso que da, pero ella parece no tener problema alguno en pasear en su bicicleta y publicar fotografías de que está feliz de la vida por las calles.
No es con golpeteo en los medios de comunicación como Martha Zepeda del Toro burlará la ley; ella ya está vinculada a proceso por falsificar documentos oficiales y será un juez, ya no la FGE ni el fiscal anticorrupción, el que determinará si es inocente o culpable.
Su vinculación, por lo tanto, es una prueba de que sí hay elementos probatorios en su contra; lo que resta es esperar los tiempos legales para conocer la resolución.
El circo, el golpeteo, es, por el momento, la mejor arma que tiene Martha Zepeda del Toro para estar vigente en los medios de comunicación y no ser descartada del todo para ser medida al interior de MORENA a la presidencia municipal de Manzanillo.
La cuestión es que ni ella ni su jefa Griselda Martínez Martínez se han dado cuenta de que están fuera de Movimiento de Regeneración Nacional desde hace mucho tiempo. Ni Martha Zepeda del Toro será considerada para medirse por la candidatura al ayuntamiento de Manzanillo ni Griselda Martínez para el Senado de la República, como ya quedó claro con la primera posición al PT y la segunda al Verde Ecologista.
Y aunque ella misma reconoció que los delitos que pesan en su contra no ameritan cárcel, dijo que no descartaría que una de las medidas cautelares que otorgue el juez sea la prisión preventiva oficiosa; sin embargo, eso es sólo especulación de la ex secretaria del ayuntamiento de Manzanillo.
Al parecer a la única que le conviene ser remitida a prisión preventiva es a Martha Zepeda del Toro, pues de esa manera se victimizaría y lograría la atención que necesita para que la volteen a ver.
Y dijo que, como ciudadana que es, espera que la reciban los 25 diputados locales para que escuchen sus quejas y reclamos contra los fiscales que la quieren encarcelar.
Como si cualquier ciudadano que acude al Poder Legislativo fuera recibido de manera inmediata por los legisladores para ser escuchados. Que espere sentada.