POR Jorge Octavio González
Algunos de los paleros del senador Joel Padilla justificaron la incorporación de Claudia Yáñez Centeno al PT para ser medida por la candidatura a la diputación federal por el distrito I señalando que estaba rescatando cuadros de la izquierda que en algún momento aportaron su capital político al movimiento de Andrés Manuel López Obrador.
La ex contendiente a la gubernatura por Fuerza por México, con un largo historial de insultos y descalificaciones personales hacia la hoy mandataria estatal, ganó la diputación federal en el 2018 porque la ola de AMLO podría hacer ganar hasta a un burro.
La gente, encandilada por el discurso mareador de AMLO, ni siquiera se fijó en los perfiles que marcó en la boleta y tacharon todos los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia; de ahí que personajes siniestros e impresentables como El Tecolín Memo Toscano o Vladimir Parra Barragán se hayan colado al Congreso del Estado.
Sobre Claudia Yáñez, por cierto, pesaron serias denuncias de personas que aportaron dinero y organizaron comidas para miles de personas, a las que se le prometió retribuir en su momento, que fueron olvidadas una vez que le notificaron que había ganado la diputación federal.
Se equivocaron, ciertamente, en señalar que Joel Padilla Peña era un visionario que estaba sumando al proyecto de continuidad lopezobradorista a una de las mujeres que acompañó al presidente de la República a llegar a Palacio Nacional.
Mentira: Claudia Yáñez Centeno es un cartucho quemado, no tiene capital político y ni siquiera pudo hacer alianza con la presidenta de Manzanillo porque ninguna de las dos se soportó en su carácter. Decir que el senador la rescató porque puede aportar capital a la alianza Seguimos Haciendo Historia es nomás darle cuerda a un sujeto ignorante y pendenciero que su único plus es manejar la franquicia del PT como empresa familiar y hacer negocio con los CENDIS Tierra y Libertad.
Pero si con Claudia Yáñez cometió un error y un agravio a la inquilina de Casa de Gobierno, con la resurrección de Carlos César Farías Ramos terminó por comprobar que algo al interior de la alianza a la que pertenece no le gustó.
De otra manera no se entiende cómo recibió de nueva cuenta en el Partido del Trabajo a quien fue denunciado por la propia Indira Vizcaíno en marzo del 2021 por la comisión de actos de violencia política, violencia política en razón de género, calumnias y actos anticipados de campaña ante el Tribunal Electoral del Estado de Colima, que finalmente confirmó las medidas cautelares contra el entonces diputado dentro del Procedimiento Especial Sancionador del Expediente CDQ-CG/PES-05/2021.
Incluso Farías Ramos, cuando fue denunciado por la candidata a la gubernatura, lamentó que Indira Vizcaíno se sintiera intocable. “Me parece que Indira no admite crítica ni investigación, ni que le señalen los actos indebidos”, agregó.
¿No le basó a Joel Padilla Peña, al que le pueden indagar las cuentas en el manejo de recursos de los CENDIS Tierra y Libertad, la oportunidad de reelegirse en el primer lugar de la fórmula al Senado de la República?
¿Qué más quiere?
Lo cierto, sin embargo, es que el senador Joel Padilla ha incorporado a su partido a personajes impresentables que denostaron a la gobernadora del Estado, seguramente sin haberla consultado y todo con la finalidad de que regresen a la arena política, en donde, por cierto, seguirán cuestionando al gobierno del Estado.
A ver si en el juego que se trae Joel Padilla no termina fuera de la alianza en Colima.