Que Griselda presente las facturas de la tarjeta

POR Jorge Octavio González

Gaby Benavides demostró un cinismo que sólo se entiende por el pacto de impunidad que tiene con la gobernadora Indira Vizcaíno.

Y es que, después de que Griselda Martínez Martínez retara a la senadora de la República a que asistiera a su programa a demostrar que no sabía nada del uso millonario de la tarjeta que sangró las arcas municipales por más de 6 años, su respuesta la exhibió como una completa sinvergüenza.

A inicios de su primera gestión como presidenta de Manzanillo, Griselda presentó una denuncia en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la Fiscalía General del Estado de Colima por “fraude en la modalidad de uso indebido de tarjetas y documentos de pago electrónico y/o cualquier otro delito que se configure”.

Martha Zepeda del Toro, en un programa de radio, dijo: “Hay una cuenta millonaria que se ejerció de recursos con esta tarjeta. ¿Eso no es el cinismo, no es el mayor de los descaros? ¿Que te autorices una tarjeta de crédito para uso personal, a cuenta del dinero de la gente? Es un delito, pero además es un descaro”.

El asunto estuvo así: al tomar las riendas del ayuntamiento de Manzanillo, encontraron que una tarjeta American Express tenía cargos por varios millones de pesos que se estuvo utilizando desde la administración de Virgilio Mendoza, continuó con Gabriela Benavides Cobos y los primeros meses de Griselda Martínez.

Cuando quisieron conocer al dueño del plástico, el banco negó la información invocando el secreto bancario; entonces interpusieron una denuncia y un juez obligó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores a revelar quién estaba utilizando esa tarjeta con cargo al erario Municipal.

Aunque al principio no lo quisieron decir por el debido proceso, después, cuando vieron que la denuncia no prosperaba en la Fiscalía de Colima, a cargo del inútil y cobarde mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez, decidieron decirlo: Virgilio Mendoza Amescua.

La víspera, la senadora del Verde Ecologista presumió en redes sociales su presunta inocencia con la resolución del Tribunal de Justicia Administrativa, cuyos integrantes ya sabemos que se plegaron a los intereses de la gobernadora y determinaron por consigna la inocencia de la ex presidenta de Manzanillo y su jefe Mendoza Amescua.

Lo cierto, sin embargo, es que aún queda pendiente la denuncia penal, que será resuelta por un juez.

Gaby Benavides, con esa confianza que le da estar protegida por el gobierno del Estado, respondió al reto de Griselda Martínez; el problema es que no le tomó la palabra, sino que le propuso ir juntas al Ministerio Público a presentar las pruebas de sus delitos.

Esto es: le respondió a Griselda Martínez que fueran a la instancia donde está el empleado de la gobernadora que hoy, por la alianza que hicieron para apoyar a Claudia Sheinbaum, la va a proteger de cualquier denuncia que tenga en las dependencias que controla.

Lo que debería hacer la presidenta de Manzanillo, para desmentir al Tribunal de Justicia Administrativa y a las hordas que envió Indira Vizcaíno a atacarla a ella y a Martha Zepeda con rabia, es mostrar públicamente las facturas y recibos que demuestren las compras que se hicieron con cargo a esa tarjeta American Express.

Podrían alegar en un principio que eso violaría el debido proceso de Virgilio Mendoza; la cuestión es que, al menos en lo que resta del sexenio, las autoridades no harán nada en contra de sus aliados del Verde Ecologista, porque ese es el pacto que hicieron para apoyar las aspiraciones de Claudia Sheinbaum.

Y si la autoridad no hará su trabajo para castigar a los corruptos Virgilio Mendoza, su tesorero y Gaby Benavides, exhibiendo las facturas de las compras esperemos que al menos les dé vergüenza.

(La extravagancia del ex munícipe sugiere que pudo hacer pagos y compras de todo tipo, desde cenas de miles y miles de pesos hasta juguetes eróticos u otro tipo de artilugios para experimentar).

O para acabar rápido: la sociedad tiene el derecho a saber en qué se gastó el dinero del pueblo. Punto.