POR Jorge Octavio González
Para Indira Vizcaíno su gobierno ya terminó.
Cuando no está en Colima sus funcionarios hacen lo que se les pega la gana, pero cuando se digna a venir a la entidad y la cuestionan sobre las corruptelas y desfachateces de sus empleados, sencillamente evade el tema y dice que todo es mentira.
Vladimir Parra Barragán puede pedir licencia por dos meses a la CIAPACOV, cuando legalmente sólo puede pedir por 30 días, y nadie del Consejo de Administración, incluida la gobernadora, le dice nada; tan campantes aprueban su separación y de igual manera aprueban su reincorporación, alcaldes y diputados de oposición incluidos.
La gobernadora Indira Vizcaíno es cuestionada sobre el primer reportaje de Latinus, donde exhiben los más de 14 millones de pesos que le quitaron a los más de 2 mil trabajadores de confianza del gobierno del Estado para financiar la campaña de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y señala que audios y entrevistas anónimas no prueban nada.
Indira Vizcaíno es cuestionada cuando exhiben a una veintena de funcionarios haciendo proselitismo en Jalisco y responde, de nueva cuenta, que entrevistas anónimas y unas capturas de pantalla no dicen gran cosa.
La mandataria estatal es cuestionada cuando César Guerra, quien fue uno de los trabajadores enviados a Jalisco y documentó todas las irregularidades que cometieron y de lo cual la gobernadora estaba al tanto, y sencillamente dice que no utilizan recursos del Estado para proyectos personales ni políticos y que si hay denuncias las presenten ante las instancias correspondientes.
Movimiento Ciudadano presenta las denuncias ante el Instituto Nacional Electoral y la Fiscalía General de la República, así como un punto de acuerdo en el Congreso de la Unión para que se investigue a la gobernadora de Colima por desvío de recursos y otros delitos electorales, e Indira Vizcaíno dice que está tranquila porque no ha cometido ninguna anomalía y que estarán respondiendo a tosas las denuncias sin problema alguno.
Su empleada de la Delegación de Programas para el Bienestar de Colima utiliza recursos públicos y los programas sociales para promoverse para la alcaldía de Colima, y nadie de la oposición presenta las denuncias para que Viri Valencia deje de ser tramposa y amenace a la gente con que deben seguir votando por su proyecto si no quieren que se les retiren los apoyos.
Varios de los funcionarios del gobierno del Estado adquirieron casas millonarias en el exclusivo fraccionamiento Bosque Real, del constructor que hace negocios con quien sea que le ponga dinero enfrente, y nadie de la oposición utiliza el tema para cuestionar y denunciar a los corruptos que en menos de dos años se hicieron de viviendas que no corresponden a sus salarios.
Héctor Magaña anunció que interpondrían una denuncia ante la Contraloría General del Estado por presunto enriquecimiento ilícito, cuando sabe que la titular de esa dependencia la puso la gobernadora; a la fecha ni siquiera sabemos si en realidad interpusieron la denuncia o sólo fue una simulación para no molestar a la mandataria, como desde hace meses lo vienen haciendo en el Congreso del Estado.
Indira Vizcaíno ya cerró la cortina del gobierno del Estado; ya no tiene nada que hacer sino seguir desviando recursos para garantizar la impunidad que necesita en el próximo gobierno federal, desde luego si su candidata Claudia Sheinbuam gana las elecciones, algo que todavía está por verse.
La gobernadora terminó su sexenio a menos de dos años de asumir la gubernatura, algo que será recordado en la historia de Colima como la peor época que padeció la entidad, donde la mandataria dejó que el crimen organizado dominara las calles de los diez municipios, con el Estado con más homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes de todo el país y con más de 100 feminicidios en lo que va del año, una verdadera vergüenza para quien se autodefine como al gobernadora más feminista de la historia de Colima.
Indira ya dejó tirada la gubernatura.