POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Indira Vizcaíno sostiene su gubernatura por inercia: ya no tiene nada que ofrecer a los colimenses.
Los temas de interés general y de alto perfil no se explican a la ciudadanía porque prefieren mantenerlos en la ignorancia para que no pregunten de más.
De las epístolas que organizaciones criminales suelen intercambiar en las redes sociales acaba de difundirse una que deja mal parado a todo el aparato de comunicación social del gobierno del Estado y al inútil del mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez.
La Fiscalía General del Estado de Colima no ha podido dar una explicación convincente de qué sucedió con su ex subdirector de la Policía Investigadora.
Hace semanas, en una publicación en Facebook, se ventiló que Ari Alberto Aceves Reynaga fue detenido por la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Marina Armada de México por sus nexos con uno de los cárteles que secuestró a la señora María del Carmen López a inicios de este año.
En un escueto comunicado, mal redactado y confuso, la Fiscalía de Colima corroboró su separación del cargo como subdirector y el de su esposa, pero se limitó a decir que es una atribución del Fiscal General “las bajas laborales de sus integrantes por no cumplir los requisitos para el desarrollo de sus funciones”.
Es decir: no dijo nada.
Admite, en primera instancia, que quien se desempeñaba como subdirector de la Policía Investigadora de la FGE fue dado de baja, aunque el cobarde mini fiscal no quiso exponer las razones de por qué despidió a uno de los más altos funcionarios de la dependencia a su cargo.
Los vacíos de información se llenan; la cuestión es que si no lo hace el gobierno del Estado lo hará alguien más. Y en este caso en específico no es nada favorable para el oficialismo.
Porque, ciertamente, lo dicho supuestamente por el detenido ex funcionario en las mismas instalaciones de la FGE esclarece muchos de los asuntos de alto perfil que han mantenido a la sociedad colimense en vilo y con la incertidumbre de por qué sucedieron.
Habló sobre los asesinatos de Anel Bueno y Roberto Chapula de la Mora, el dinero que le entregaron a Indira Vizcaíno y a su padre Arnoldo, la protección al CJNG (algo que viene en los cables confidenciales de la SEDENA filtrados por Guacamayas), el acuerdo de impunidad para Axel Joya por los 25 millones de pesos que le regresó a la gobernadora, así como el pacto de impunidad entre José Ignacio Peralta Sánchez e Indira Vizcaíno para no procesarla por el caso Altozano a cambio de impunidad para el priísta.
Todo tiene lógica y algunos de los temas sí sucedieron así; el problema es que desde el gobierno del Estado no hay una estrategia de medios para contrarrestar la desinformación que se pudiera dar desde otros ámbitos.
Esto también se debe a que Bryant Alejandro García Ramírez es un corrupto al que no le importa lo que digan de él y su dependencia; mientras tenga la confianza de Indira Vizcaíno y siga todas sus instrucciones tiene impunidad garantizada…mientras ella siga en el poder, claro está.
La desinformación o las versiones sensacionalistas se viralizan precisamente porque no hay nadie en el gobierno del Estado ni en la Fiscalía General del Estado de Colima que diga qué diablos pasó y cuál fue el destino del subdirector de la Policía Investigadora y por qué fue que prescindieron de sus servicios.
En tanto continúen con la dinámica del avestruz (al Bryant le encanta esa posición), en el gobierno del Estado seguirá la indolencia, la corrupción, la soberbia y el cinismo, todo representado perfectamente por la gobernadora Indira Vizcaíno Silva.