POR Jorge Octavio González
Toda la semana pasada Colima fue escenario de hechos de violencia que aterrorizaron a la ciudadanía y la entidad reforzó el primer lugar en homicidios dolosos por cada cien mil habitantes en todo el país.
El lunes, cuando apenas salía el sol, en Las Moras, del municipio de Coquimatlán, mataron a dos personas; cabe destacar que la policía no detuvo a nadie de los responsables.
El miércoles 6, en la colonia El Diezmo, cuando estaba en su máximo apogeo la tormenta que cayó, dispararon contra un joven, quedando en medio de un charco de lodo y sangre.
Más tarde, sin embargo, en Villas de San Sebastián, en Colima, dispararon a dos personas; las ráfagas se escucharon hasta la colonia Infonavit.
Ya por la noche, en la colonia Infonavit, La Estancia, hubo dos eventos criminales: primero lesionaron a un joven que fue trasladado por sus padres a recibir atención médica, mientras minutos más tarde asesinaron a otro.
Este jueves un grupo de sicarios ejecutó a dos jóvenes en la colonia España, de la ciudad de Colima; los dos quedaron tendidos en el suelo en un charco de sangre, mientras las autoridades sólo se limitaron a acordonar la escena del crimen, sin atrapar a los responsables el crimen.
Hubo un feminicidio en El Zalatón de Juárez, en Colima, donde unos sicarios dispararon a quemarropa a una mujer que estaba por la calle Leona Vicario; las autoridades acordonaron el lugar, pero no capturaron a nadie.
Más tarde, ese mismo día, con más de 10 detonaciones de arma de fuego asesinaron a un joven en la colonia Lázaro Cárdenas, de la capital colimense; pese a que fue a plena luz del día, no lograron capturar a los delincuentes.
El viernes, sin embargo, la ola de violencia llegó a extremos que sólo se ven en entidades como Zacatecas o Michoacán: el crimen organizado hizo muestra de su poderío y a punta de pistola bajó a conductores de tráilers para después incendiarlos y ponerlos en la carretera Tecomán-Armería.
La Fiscalía General del Estado de Colima, con el siempre bueno para nada de Bryant Alejandro García Ramírez al frente, envió un comunicado en donde señalaron que se estaba controlando la situación, sin siquiera decir por un sombre lo que estaba sucediendo.
Fueron narcobloqueos lo que hicieron el viernes, aunque las autoridades de Colima no lo quieran reconocer. Y por supuesto que no controlaron nada porque en la noche, después de horas de que iniciaron el incendio de vehículos, todavía continuaba cerrada la circulación en la carretera.
Esos días, con tráilers incendiados, las llamas encendidas hasta el cielo, el crimen organizado puso de rodillas al gobierno de Indira Vizcaíno; les demostró que ellos son los que mandan y que pueden hacer lo que sea sin recibir un solo extrañamiento, no se diga la detención de alguno de los miembros de su organización.
El sábado 9 de septiembre, en la colonia España, asesinaron a dos sujetos con una diferencia de unas horas; es increíble que en un lugar donde se acribilló a una persona a los pocos minutos deje de estar bajo vigilancia y los delincuentes aprovechen la oportunidad para volver a cometer sus fechorías.
Y para rematar el viernes y sábado de narcobloqueos en Tecomán, donde Elías Lozano sólo tiene un papel presencial como alcalde, en el malecón de playa Pascuales asesinaron a una mujer en la entidad donde está la gobernadora más feminista de la historia de Colima.
Y el domingo, donde los delincuentes no descansaron, dispararon contra un joven a las afueras de un kiosko en el municipio de Comala; la víctima sólo fue lesionada y su vida no corría peligro por la herida.
La semana que pasó, pues, estuvo llena de crímenes a plena luz del día, feminicidios en la entidad más feminista de la historia, así como narcobloqueos en Tecomán, donde el crimen organizado dio una muestra de su poder y humilló a las autoridades de Colima, quienes se quedaron pasmadas ante los hechos que corrían a toda velocidad en las redes sociales.
Indira Vizcaíno, mientras tanto, se encontraba esos días aplaudiendo la imposición de Claudia Sheinbaum, donde su entidad participó con desvío de recursos y trabajadores que fueron enviados a Jalisco a operar de manera ilegal a favor de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Así de importante es Colima para su gobernadora.