POR Jorge Octavio González
La madre de Víctor denunció el viernes 18 de agosto que a las 3 de la tarde de ese día su hijo había sido secuestrado; indicó que tenía autismo y que posiblemente estuviera asustado y desorientado.
El dolor de una madre por la desaparición de un hijo es indescriptible y nadie más que ellas pueden saber lo que hay en su interior en esos momentos.
Pasó todo el día y en la Fiscalía General del Estado de Colima no hicieron absolutamente nada; sólo dieron con el origen de las llamadas, que era un reclusorio de Matamoros, Tamaulipas, y nada más.
Casi entrando la madrigada del sábado 19, la señora publicó un video en donde, de manera más enérgica, pidió a las autoridades, concretamente a Indira Vizcaíno, que pusieran a trabajar a todas las corporaciones a su disposición para localizar con vida a su hijo.
Una parte del video fue clave para que se movilizaran las autoridades: “No me quiero ver en la necesidad el día de mañana de cerrar el libamiento que aquí está afuera de la Fiscalía”.
A partir de ese momento se cortó toda comunicación de la señora con la gente de redes sociales. A las 9:45 de la mañana, después de anunciar que su hijo ya estaba con ella sano y salvo, escribió en su cuenta de Facebook: “por recomendación de la fiscalía les pido por favor que borren de sus muros el vídeo que subí el día de ayer a redes, con el fin de que no sigamos siendo víctimas de extorsionadores que juegan con la mente de nuestros hijos y de nosotros mismos”.
Como se puede apreciar, al inútil y cobarde Bryant Alejandro García Ramírez no le fue suficiente con la llamada de atención que le dieron para que se pusiera a trabajar y encontrar al joven con autismo, sino que, cuando por fin dieron con él en el transcurso de la madrugada del sábado, le exigió a la señora que borrara el video porque ahí amenaza con cerrar el libramiento como medida de presión.
La señora puede tener todo el miedo del mundo y hacerle caso a lo que le digan desde la Fiscalía de Colima, porque a ella lo único que le importaba era encontrar a su hijo; lo que ya no se vale es que quiera que todas las personas que le ayudaron a compartir su sentir también se presten a la extorsión de la FGE y borren toda evidencia de que amenazaron a la autoridad con un bloqueo.
Porque, ciertamente, es mentira que retirar el video era “con el fin de que no sigamos siendo víctimas de extorsionadores que juegan con la mente de nuestros hijos y de nosotros mismos”, sino porque de nueva cuenta fueron presionados por la sociedad por la amenaza de cerrar las vialidades de Colima.
¿Por qué retirar el video serviría para que no sigan siendo víctimas de los extorsionadores si justamente la viralización del video sirve para que la gente sepa que existen los secuestros virtuales y con ello puedan prepararse para no ser víctimas en el futuro?
Está más que claro que a la Fiscalía de Colima no le importaba que la gente fuera víctima de este tipo de delitos, porque el padre de Jasson Adrián Fonseca ya dijo que la FGE sólo ve a los desaparecidos como un expediente más, sino que quedara documentado que la señora ejerció presión social al advertir que cerraría el libramiento Ejército Mexicano si no encontraban a su hijo.
Qué miseria humana debe haber en el interior del mini fiscal y sus inútiles empleados como para amenazar a una madre asustada, que haría lo que fuera con tal de ver de regreso a su hijo, que retirara el video “con el fin de que no sigamos siendo víctimas de extorsionadores que juegan con la mente de nuestros hijos y de nosotros mismos”.
Quedó demostrado, una vez más, que el recurso de cerrar las vialidades sí funciona.
A Bryant Alejandro García Ramírez sólo lo mueven con amenazas; ahí están sus amigos que protege desde la Fiscalía de Colima, de acuerdo a los cables confidenciales de la SEDENA que dieron a conocer los activistas de Guacamayas.