POR Jorge Octavio González
Las consecuencias de nombrar a un mini fiscal como Bryant Alejandro García Ramírez, así de incompetente, cobarde y con nexos con el crimen organizado, son la violencia a despoblado en Colima y los asesinatos a plena luz del día por las calles y colonias de los diez municipios.
Sólo ayer se suscitaron dos hechos en menos de una hora que alarmaron de nueva cuenta a la población colimense, que ya no sabe si salir de sus casas a trabajar por miedo a ser víctima de una bala perdida de los delincuentes.
En la colonia Moctezuma, entre las calles San Luis Potosí y República, un sujeto que iba en una bicicleta fue acribillado por sicarios que estaban sobre él; las autoridades llegaron y acordonaron la escena del crimen, pero como siempre sucede en este tipo de hechos, no lograron detener a nadie.
Minutos después de ese acto de violencia, otro ataque armado se suscitó en la colonia La España, en el centro de Colima, en donde unos sujetos dispararon en contra de un joven que quedó tendido en el suelo, cerca del triangulito, como le dicen, sin signos vitales.
Lo más preocupante de esto, sin embargo, es que en el ataque armado que sufrió el joven en la colonia céntrica de Colima, una bala se desvió hacia un camión de transporte público urbano, atravesando una de las ventanas y lesionando a uno de los pasajeros.
Hasta el momento se desconoce cómo está la persona ni si sobrevivió o está recibiendo atención médica; lo único cierto es que gente inocente ha estado sufriendo disparos sin siquiera tener que ver en los asuntos del crimen organizado.
Justo esta misma semana, el martes 8 de agosto, una mujer recibió disparos en su humanidad luego de que caminaba por una calle y tuvo la mala fortuna de pasar por donde dos bandas de criminales venían disparándose entre ellos.
La mujer, que se disponía a trabajar, sólo caminaba por una calle transitada y a plena luz del día; los sicarios venían atacándose desde cuadras atrás y siguieron disparando sin percatarse si alguna bala se impactaba en contra de alguna persona o niño.
La señora, para su mala fortuna, fue la que recibió el impacto de bala; fue la que quedó tendida en el suelo, con un hilo de sangre que le corrió por sus brazos hasta pintar de rojo la banqueta.
El martes una mujer recibió un balazo que terminó con su vida y ayer jueves otra persona recibió otro impacto de bala cuando estaba en el camión urbano mientras sicarios atacaban a un joven.
Esto se está saliendo de control y no hay manera de ver calma en el mediano ni en el largo plazo; la violencia y la carnicería en Colima seguirá mientras continúe en el cargo una sabandija e inútil como el mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez, protector de uno de los cárteles que opera y domina en la entidad, de acuerdo a los cables confidenciales de la SEDENA que Guacamayas reveló, en donde consideran al fiscal de Colima como “no confiable”.
Pero como a ese sinvergüenza lo puso Indira Vizcaíno, otra con la misma mancha de corrupción y nexos criminales, ahí seguirá, campante, escondido del peligro y rodeado de escoltas y amigos-sobrinos que le hacen pasar momentos agradables, mientras a Colima se lo lleva el carajo.