POR Jorge Octavio González
Si no fuera porque se trata de algo demasiado serio, las declaraciones de Jorge Luis Preciado pasarían por un gran chiste.
Y es que, con todo el descaro del mundo, el rey de las plurinominales se atrevió a señalar que fue el primero de los aspirantes a coordinar los esfuerzos del Frente Amplio por México en conseguir las 150 mil firmas que se requieren para pasar a la siguiente fase del proceso.
¿Alguien le cree a este mitómano, sólo comparado con la gobernadora Indira Vizcaíno, sus dichos? Ni su esposa, desde luego. Alguien del peso y talla de Xóchitl Gálvez, que irrumpió en la escena política hace menos de un mes y es atacada y mencionada todos los días por el presidente de la República desde Palacio Nacional, sí puede juntar las firmas en poco tiempo.
Y si no es creíble para la propia senadora panista que personajes como Enrique de la Madrid o Beatriz Paredes tengan las firmas necesarias para seguir en la competencia, porque no los ha visto en la calle haciendo el trabajo, mucho menos se puede creer de Jorge Luis Preciado, que no representa ni el 1% de la intención del voto en el Frente Amplio por México.
La renuncia al PAN y las afirmaciones de que Marko Cortés le dijo que sería Xóchitl Gálvez la que ganará el proceso que todavía no culmina, es una más de las estratagemas del corrupto colimense para extorsionar a la dirigencia nacional del PAN.
Además de soltar que le ofrecieron la plurinominal en la Cámara de Diputados, lo que en realidad está demostrando Jorge Luis Preciado es que no pudo por ninguna vía imponer sus condiciones para acompañar al Frente Amplio por México en esta lucha por elegir al candidato que enfrente a este gobierno represor y la corcholata que sólo vendrá a replicar lo que AMLO decida desde donde se encuentre.
Jorge Luis Preciado quería, además de una posición que le garantizara un sueldo jugoso, ya sea como diputado federal o como senador, tener el control de la dirigencia del PAN en Colima para poder imponer a los candidatos a los diversos cargos de elección popular, para jugar su última ficha de ser el abanderado a gobernador en el 2027.
Aunque se dedicó a especular y a hablar a nombre del partido al que ya renunció, Preciado Rodríguez no hizo más que lanzar una última bomba para ver qué incauto se cree sus mentiras.
De todo lo que diga Jorge Luis Preciado, si acaso un 10% puede ser cierto; lo demás es producto de su imaginación y de la mitomanía que padece, misma enfermedad que la gobernadora Indira Vizcaíno.
Eso de que quieren ganar a la mala la alcaldía de Colima y otras posiciones que sabe que ya están firmes para quienes tienen las posibilidades reales, no es más que una intriga que quiso plantar entre los integrantes de la alianza Va por Colima, que ya conocen al regidor del ayuntamiento de Manzanillo.
Lo cierto, sin embargo, es que en el PAN de Colima tienen buenas noticias: con la renuncia de Jorge Luis Preciado y su rompimiento con la dirigencia nacional y el Frente Amplio por México, no tendrá ninguna injerencia en el reparto de las candidaturas en el 2024.
El daño que pudo haber causado, y que incluso fue filtrado con los columnistas a modo que tiene en el puerto, ya no es una amenaza.
Jorge Luis Preciado no podrá jugar ni imponer a nadie en el 2024 en la alianza Va por Colima. Buena noticia.