Tras la franquicia PRD Colima

POR José Luis Santana Ochoa

El Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en el Senado de la República, Miguel Ángel Mancera Espinosa, acompañado de Adriana Díaz Contreras, integrante de la Dirección Ejecutiva del partido negro amarillo, hizo viaje especial desde la ciudad de México hacia la de Colima, con el único propósito de respaldar y reconocer el trabajo de la presidente municipal de Colima Elia Margarita Moreno González, no para entregarle a ella el control del PRD en el estado como juran y perjuran los mal pensados de siempre.

El que su Director del Registro Civil, Óscar Salvador Cervantes Figuera, lleve ya días ostentándose como Delegado del CEN del PRD en el estado de Colima, y apareciera en primer plano con la alcaldesa Moreno González y el senador Mancera Espinosa, en el desayuno sabatino de los discursos mutuamente complacientes habidos en el Salón Alegra, sin la asistencia del formal dirigente estatal del PRD, José Alberto Cisneros Salgado, son claro indicador de las reales intenciones de la alcaldesa que no son otras que las de imponerse a toda costa como candidata a presidente municipal de Colima en 2024 y a la gubernatura del estado en 2027, llueva, truene o relampaguee.

Se sabe que el operador político de altos vuelos al servicio de su jefa Elia Guadalupe, Óscar Salvador Cervantes Figuera, apadrinado por un empresario foráneo que lo acercó al perredista ex gobernador del estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, para a través de él llegar hasta el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, hace unos meses logró que éste aceptara nombrar dirigente estatal del PRD en Colima a su amigo diputado local entonces en fuga del PRI, José de Jesús Dueñas García, quien a pesar de estar apalabrado ya, optó por irse al Partido Movimiento Ciudadano.

La alcaldesa Moreno González se lanzó tras los huesos del PRD local con uno de los suyos, alguien de todas sus confianzas, su Director del Registro Civil, Óscar Salvador Cervantes Figuera. Las ansias locas de Elia Guadalupe de tener un partido político a su entera disposición pa’ lo que llegue a ofrecérsele , obedecen a que se sabe huérfana del respaldo hasta la ignominia que le brindó el PRI de los primos Peralta, José Ignacio y Pedro, par de mercaderes de la política muy venidos a menos que le allanaron a ella el acceso a la alcaldía de Colima, y a su marido Carlos Arturo Noriega García, la diputación local plurinominal que hasta ahora lo ha protegido de cualquier acción de la tullida justicia.

Con un José Ignacio hilvanado a las descoloridas enaguas del “enterrador del PRI” Alejandro Moreno Cárdenas, con la esperanza de que le dé una diputación federal plurinominal; y un Pedro Peralta Rivas que ha perdido influencia en el Partido Acción Nacional, Elia Margarita sabe que las probabilidades que tiene de volver a ser postulada candidata a presidente municipal de Colima para el trienio 2024/2027 son muy bajas.

Elia Margarita se niega a aceptar que ya no mandan ni gobiernan en Colima, el PRI incluido, los primos Peralta; y que de cara al domingo 2 de junio de 2024, Acción Nacional jugará sus cartas en forma muy diferente a como lo hicieron en 2021 los colaboracionistas Pedro Peralta Rivas y Jorge Luís Preciado Rodríguez. Ella no ha tomado nota de que la dirigencia estatal panista la ejerce con autonomía y buen juicio Julia Licet Jiménez Angulo, y no “El Mono” Alejandro García Rivera y su titiritero Jorge Luís Preciado Rodríguez.

Elia Margarita, fiel a su estilo, podrá seguir haciendo amarres cupulares, pero la nominación de las próximas candidaturas a diputados locales y alcaldes, al menos tratándose del PAN, la hará su dirigencia estatal que tiene todo el respaldo de la nacional.

EL ACABO

“Muchas gracias a la militancia y amigos consejeros del PRD por la invitación a su Asamblea Estatal”, publicó en las redes sociales el virtual nuevo dirigente del perredismo colimense, Óscar Salvador Cervantes Figuera, enmarcado en media docena de fotografías en las que aparece siempre al centro, como debe ser.