POR Luis Fernando Moreno Mayoral
No por nada Indira Vizcaíno y Viri Valencia estuvieron cantando y bailando el pasado 13 de mayo en el Complejo Galván: tuvieron que pagar más de 4 millones de pesos por el Grupo Camila.
Un capricho, por supuesto, de la mandataria estatal; otro despilfarro que salió demasiado caro a los colimenses. Y todo para festejar a sus amigas de las distintas dependencias de los tres órdenes de gobierno.
El Día de la Madre fue el pretexto; ni siquiera tuvieron la decencia de festejar a las madres trabajadoras del gobierno del Estado, sino que tuvieron que colgarse de un evento del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado.
Fueron dos contratos los que firmaron con TACONELLELE S. DE R.L DE C.V, el SEYC/SC/DSC/007-E/2023 y el SEYC/SC/DSC/008-E/2023; en el primero se erogó la cantidad de $2,847,959.96 (dos millones ochocientos cuarenta y siete mil novecientos cincuenta y nueve pesos) y en el segundo $1,317,151.00 (un millón trescientos diecisiete mil ciento cincuenta y un pesos).
¿Cuál fue el total? 4 millones 165 mil 110 pesos (cuatro millones ciento sesenta y cinco mil ciento diez pesos). Nada más. ¿Que no hay medicinas en los centros de salud? No importa. ¿No hay dinero en el IPECOl para prestar a los trabajadores? No importa. ¿Aún se deben bonos y prestaciones para los trabajadores sindicalizados? Que se esperen.
La austeridad republicana y la pobreza franciscana no existen en Colima; por más que López Obrador lo decretó para que el dinero alcance, Indira Vizcaíno no predica con el ejemplo. Ella es más como Claudia Sheinbaum: viaja por todo México y ahora contrata grupos musicales para entretener al vulgo con shows.
Y es cierto lo de que en Colima no practican la austeridad republicana. En el contrato SEYC/SC/DSC/007-E/2023 se especifica que, para trasladar a los integrantes del Grupo Camila en Colima, se movieron en camionetas último modelo. ¿Por qué último modelo? Porque se puede y porque quieren; porque el dinero de los colimenses se puede utilizar para eso y más.
Ni siquiera fueron cautos en poner por escrito que se movieron en camionetas último modelo; el cinismo de los funcionarios del gobierno del Estado es tal que no les importa que la sociedad se entere de los lujos que se dan para contratar a los artistas.
En su momento no se sabía, pero cuando vuelvan a ver los videos en donde Indira Vizcaíno y Viridiana Valencia Vargas cantaban y bailaban pasionalmente las melodías de Camila, ahora sabrán que se pagó de los impuestos de los colimenses más de 4 millones de pesos para que ellas se divirtieran, mientras en ese mismo momento, pero afuera del Complejo Galván, los colectivos de madres buscadoras exigían a las autoridades trabajar para encontrar a sus hijos desaparecidos por la ola de violencia y terror que se desató en Colima el 25 de enero del 2022.
Que quede claro: cada brinco, cada grito, cada letra que gritaban a todo pulmón Indira y Viri, costó más de 4 millones de pesos del erario del gobierno del Estado; en tanto no se le da presupuesto a la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Colima, que tienen que apoyarse en los colectivos de las madres con hijos desaparecidos para encontrar las fosas clandestinas donde se han encontrado cientos de cadáveres.
Qué vergüenza: no tienen dinero para buscar a los desaparecidos, pero sí más de 4 millones para que Indira y Viri y sus amigas canten y bailen. Indolentes. Soberbias. Corruptas. Sinvergüenzas.
Si pudieron gastar más de 4 millones de pesos para traer a un grupo musical, esperemos que los centros de salud estén abastecidos con medicamentos, el IPECOl tenga dinero para prestar a los trabajadores y se pongan al corriente en las cuotas que le descuenten a cada empleado para el Instituto de Pensiones.
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