POR Jorge Octavio González
No sólo en el gobierno federal, sino también en Colima, MORENA ha demostrado ser autoritario, soberbio, excluyente y amante de violar las leyes con tal de salirse con la suya.
Acabamos de presenciar el evento más miserable de los empleados de López Obrador en el Senado de la República, aprobando más de 20 iniciativas sin quórum, sin leer los documentos y aprobándolos en fast track, como no se hacía en muchísimos años.
El ministro José Ramón Cossío lo dijo claramente, para que no se llamen a sorprendidos: “Los senadores sabían de las graves violaciones en que incurrían al ´aprobar´ sus reformas. Conocían también que desde hace años la Suprema Corte declara inválidas las leyes así ´aprobadas´. Actuaron con plena conciencia. No pueden argumentar nada en su descargo. Nada”.
Más claro ni el agua: por más que sesionaron en una sede alterna, sin la oposición, sin quórum (llegaron a la desfachatez de pedirle la renuncia a una senadora que estaba en Bruselas en un parlamento representando al Senado de la República para que entrara su suplente y lograran los 65 senadores mínimos que se requieren para sesionar) y sin leer el contenido de las reformas, las impugnaciones que haga la oposición en la Suprema Corte de Justicia de la Nación lograrán tumbar todas las leyes aprobadas en el evento más degradante y miserable de los empleados y sirvientes del presidente de la República.
Citlali Hernández, senadora y secretaria general de MORENA, con un cinismo que ya le caracteriza criticó a la oposición por querer impugnar lo aprobado en la sede alterna del Senado de la República porque con ello, dijo, van en contra del pueblo y de leyes que benefician a los mexicanos. Y puso como ejemplo la 3 de 3, que impide que cualquier deudor alimenticio pueda acceder a un cargo de elección popular o al servicio público.
Lo que no dijo la senadora, de manera tramposa, es que la oposición está analizando cuáles leyes aprobadas impugnar, porque, ciertamente, la 3 de 3 era una iniciativa en la que también estaban de acuerdo, así como otras que también tienen legitimidad. Esto es: no todas las leyes aprobadas serán impugnadas ante la SCJN.
¿Por qué, entonces, la indignación? Porque, de acuerdo a varios senadores, ellos estaban en toda la disposición de ir con MORENA en las reformas importantes, tales como la 3 de 3, pero a cambio pedían que se nombrara a un comisionado para que el INAI pudiera funcionar, pues con cuatro están impedidos de hacerlo, dejando en una parálisis al organismo encargado de solicitar a los sujetos obligados la información que requiere la ciudadanía.
Ricardo Monreal Ávila, con un cúmulo de mañas y sinvergüenza, dijo que el acuerdo era ir a votación para elegir al comisionado faltante del INAI, pero no para nombrarlo en sí, como si no fuera explícito el acuerdo en el sentido de que, al ir a la votación, también se tendría que aprobar el nombre del comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
No fue así, por supuesto, porque previamente toda la bancada del Senado, junto con las cuatro corcholatas, se reunieron en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador para ordenarles que, sea como sea y como fuere, tendrían que aprobar en este último periodo ordinario de sesiones todas las reformas pendientes. Monreal Ávila, sin embargo, quedó como un traidor y un cínico que, en ese momento, perdió toda credibilidad e interlocución ante la oposición, todo por arrodillarse ante el presidente de la República.
El INAI, ahora, quedará inoperante, en parálisis, durante cuatro meses, negando el derecho a los ciudadanos al acceso a la información de los sujetos obligados de los tres niveles de gobierno; esto quiere decir que cualquier funcionario, ya sea del gobierno federal, estatal o municipal, podrá incurrir en actos de corrupción y nunca se sabrá porque el instituto encargado de pedirles esa información está impedido de actuar por no tener el quórum requerido.
El mundo ideal, dijo Adán Augusto López Hernández referente a que eso es lo que deseaba López Obrador: que el INAI quedara inoperante para no transparentar la información que requiera la gente.
MORENA en el Senado dela República, con esta violación flagrante a la Constitución, quedó marcado como un partido que no ve por los intereses de la gente, sino del presidente y nada más. Si él los obliga a violar la ley, ellos sin chistar lo hacen; aun cuando sepan que están haciendo lo incorrecto, obedecerán a ciegas a su jefe para continuar mamando del erario.
Una vergüenza de representantes populares.