POR Jorge Octavio González
Mientras el fin de semana largo todo el oficialismo de MORENA se congregaba en el Jardín Libertad para corear #EsClaudia y respaldar las aspiraciones presidenciales de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, en Colima se desató una carnicería como no se había visto en mucho tiempo.
Y es que, ciertamente, el terror regresó a la entidad y bañó de sangre diversos municipios que dejaron horrorizados a los ciudadanos que no se hacen a la idea de normalizar estos actos de barbarie y violencia en el otrora lugar más seguro del país.
Tan sólo este lunes, día que se extendió al fin de semana largo que comenzó el viernes, en el jardín principal de Comala, enfrente de la presidencia municipal, unos muchachos no mayores de edad, de acuerdo a lo que describió uno de los testigos que grabó un video y lo compartió en redes sociales, se acercaron a un sujeto que vendía pan y le dispararon a quemarropa en la cabeza.
Tal vez porque estaba en el momento y en el lugar equivocado, un anciano también fue alcanzado por disparos de arma de fuego y quedó agonizando en el suelo, pidiendo ayuda que no se atrevieron a proporcionar los cientos de testigos que estaban en el lugar departiendo los alimentos y las bebidas en los portales de Comala.
Las imágenes del adulto mayor, quejándose del dolor de las balas en su cuerpo, fueron impactantes; también las del joven vendedor de pan, que resultó ser un policía de Villa de Álvarez que llevaba poco tiempo de haber ingresado a la corporación, pero que tuvo la mala fortuna de haber sigo testigo en una audiencia donde se deliberaba la detención de delincuentes días atrás.
Cientos de personas estaban en Comala a la hora del ataque armado en contra del policía de Villa de Álvarez; los muchachos que llegaron al jardín principal caminaron libremente, con las armas en sus manos, y dispararon sin problema alguno. Su escape también se dio en las mismas condiciones: nadie los detuvo en el momento ni después, cuando la policía llegó muy tarde.
En el Jardín Libertad, en Colima, funcionarios impresentables como la indolente y nefasta Viri Valencia, el agresor de mujeres Vladimir Parra, la cínica Andrea Naranjo Alcaraz, la oportunista y vividora Myriam Gudiño, las primitivas Yommira Carillo Barreto e Isamar Ramírez, la eufórica y arrastrada Glenda Ochoa, el diputado Chikahuak Alfredo Álvarez, el burro y atarantado Armando Reyna, Julia Cano (Chapula dixit) y hasta la farisea Kate Castillo, estaban felices coreando #EsClaudia.
Bien lo dijo el Xpress´o de ayer: las nuevas adquisiciones de MORENA, Glenda Ochoa y Kate Castillo, iban a tener que dejar el glamour y el confort de su oficina con aire acondicionado y salir al sol, a caminar y a correr cuando fueran requeridas por el partido oficial.
Si creían que iban a estar como antes, sin hacer nada y sólo tomándose la foto para hacer ver que iban a las colonias a ver las necesidades de la gente, se equivocaron; ahora tendrán que ponerse a trabajar y a talachear para ver si en una de esas las toman en cuenta para un cargo en el 24.
Mientras todos los funcionarios de MORENA se congregan para respaldar a una de las corcholatas a la presidencia de la República, viendo por su futuro y su próximo hueso, en la entidad el crimen organizado baña de sangre a los municipios donde la gente acude cotidianamente en familia para divertirse.
Lo de Comala sólo fue un ejemplo del terror que se vivió el fin de semana largo pasado, pero no fue el único; lo peor es que las autoridades no hacen nada para detener esta carnicería que se vive todos los días, aun cuando es una de las peticiones más sentidas de la sociedad.
Respaldado a una aspirante a suceder a López Obrador no van a solucionar la inseguridad que mantiene a Colima en los primeros lugares de homicidios y demás delitos de alto impacto.