POR Jorge Octavio González
Si Viridiana Valencia Vargas actúa sin saber lo que hace tenemos un problema: su incompetencia puede llevar a Colima a serios problemas que fácilmente se pueden prevenir.
Pero si Viri Valencia actúa así como una estrategia de sus asesores con miras a promoverse para el 2024 es peor: quiere decir que la ex diputada local incurre en torpezas premeditadas con tal de posicionar algún tema o frase.
Hace semanas, por ejemplo, salió con la tontería de que ella era Bellota, Rosi Bayardo Burbuja e Indira Vizcaíno Bombón, personajes de caricatura de la serie Las chicas súperpoderosas.
No veo a un asesor pidiéndole semejante estupidez; y si fue así debería mandarlo a volar por tan indolentes consejos.
Y es que, en el fondo, ella sí tiene el carácter de Bellota: es la más atrabancada, la que se enoja más rápido, la caprichosa, la que hace lo que se le da la gana sin pensar en las consecuencias; esa es Viridiana Valencia en la realidad, aunque parece ser que ni siquiera ha visto la serie de televisión.
Peor le fue a Rosi Bayardo: Burbuja es la más tonta, la que padece disociación y llorona; flaco favor le hizo su amiga al compararla con ese personaje de caricatura.
De Bombón después hablamos.
Y si bien esa comparación dio de qué hablar, lo que se vio en redes sociales fueron burlas y críticas a las tres; los memes y los análisis de los columnistas fueron implacables en contra de ellas y no hubo nadie que saliera a defenderla, salvo sus amanuenses a sueldo, claro está.
Pero Viri Valencia es feliz: ahora todos se dirigen a ella como Bellota. Es una de las chicas superpoderosas; con eso ella cumplió con su cometido, porque en el fondo sabe que puede ser candidata a la presidencia municipal de Colima por su amistad con quienes decidirán las candidaturas en el 2024. Que gane será otra cosa.
Lo que ya no le debe causar tanta risa ni emoción es la muerte de una anciana de más de 80 años de edad en el estacionamiento de la delegación del Bienestar en Camino Real, la semana pasada; por sus políticas egocentristas de pedir a todos los beneficiarios de los programas sociales que acudan personalmente a la entrega de sus tarjetas, la señora tuvo que acudir y esperar mucho tiempo en un auto, ante los rayos del sol, lo que al final le provocó la muerte.
La explicación de Viridiana Valencia en sus redes sociales fue de pena ajena: además de revelar datos personales de la señora que falleció, obtuvo su historial médico y el certificado de defunción para justificar su error.
Increíble que, en un lugar donde acuden cientos de adultos mayores con enfermedades de todo tipo, no haya médicos o gente de primeros auxilios que puedan ayudar a quienes se pudieran sentir mal en algún momento, como sucedió con la anciana que murió en pleno estacionamiento de la dependencia federal.
Hasta después de la tragedia, la titular de la Delegación de Programas para el Bienestar de Colima dijo que, en caso de no poder acudir la persona beneficiaria a recibir su tarjeta, puede hacerlo un auxiliar, aunque para eso también requiere de mucho papeleo burocrático que entorpece el procedimiento.
Viri Valencia es Bellota, por supuesto: es indolente, caprichosa, llena de odio y cree que puede hacer lo que se le pega la gana sin medir las consecuencias de sus actos.
Como personaje de caricatura está bien, pero como política debería reconsiderar y retirarse antes que provoque una tragedia más.