POR Bibiano Moreno Montes de Oca
Por segunda vez, en apenas unas cuantas semanas de diferencia, el columnista Mario Maldonado, del periódico capitalino El Universal, se ocupó del almirante en retiro (espiritual) y director de la Asipona (que anteriormente era la API), Salvador Gómez Meillón. El periodista insiste (3/IV/23) en que el ex comandante de la Sexta Región Naval no hace caso de los mandamientos de su patrón, amlo, en lo que se refiere a un comportamiento adecuado al frente de tan importante cargo. Los tres párrafos que dedica al tema el columnista hablan por sí solos:
“En este espacio le hemos hablado de la seguridad de los puertos y de los conflictos al interior de la Administración del Sistema Portuario Nacional Manzanillo (ASIPONA-Manzanillo), bajo la dirección del almirante en retiro y ex comandante de la Sexta Región Naval de Manzanillo, Salvador Gómez Meillón.
Justo la semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a abordar el tema en su conferencia matutina. Dijo que para cooperar con Estados Unidos, donde las autoridades y la sociedad están muy preocupadas por el creciente consumo de drogas, en especial de fentanilo. En México se ´están controlando los puertos´, pues en distintas ocasiones se ha señalado a Manzanillo como la principal puerta de entrada de las drogas y percusores químicos que llegan a territorio vecino.
El tema, sin embargo, no ha sido una prioridad para Gómez Meillón, quien como ya le mencionaba en otra columna, ha descuidado las instalaciones estratégicas y en cambio se habría dedicado a favorecer a su círculo cercano con permisos y autorizaciones para operar en el puerto presuntamente fuera de la ley (las negritas son de mi cosecha) entre otras irregularidades, como una pugna por 35 mil metros cuadrados. En alerta, el secretario de la Marina, Rafael Ojeda Durán, por este y otros temas”.
¿Qué fue lo que denunció en esa ocasión el columnista de El Universal? El 21 de febrero del presente año reproduje en mi columna de culto, bajo el encabezado “Las aguas turbias de la Asipona favorecen a Hazesa”, los cuatro párrafos que dedicó al tema el columnista Mario Maldonado:
“El control total que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Secretaría de Marina para operar y administrar los puertos y aduanas marítimas del país ya comienza a generar escándalos por los malos manejos, tráfico de influencias y presuntos actos de corrupción (las negritas son de mi cosecha).
“Uno de los casos es el de la Administración Portuaria Integral de Manzanillo, dirigida por el almirante en retiro Salvador Gómez Meillón, quien es originario de Colima y fue comandante de la Sexta Región Naval de Manzanillo. Según denuncias de su personal, a su llegada a este recinto le dio un permiso fuera de la ley a la Terminal Marítima de Hazesa, que dirige su amigo Raúl Sandoval, para operar la llegada y salida de contenedores.
“Además, Gómez Meillón busca apropiarse del muelle 15 de la Compañía Terminal de Manzanillo, que es manejada por Omar Lepe, gerente de Operaciones de la Administración Portuaria Integral de Manzanillo e hijo del legendario líder sindical de estibadores, Cecilio Lepe.
“El almirante en retiro se ha negado a entregar 35 mil metros cuadrados que le corresponden a la empresa, subsidiaria de Grupo Gume, y ha emprendido acciones legales para quedarse con el muelle 15 a través de Cesar Romero García, quien es su compañero en la directiva de la Comunidad Portuaria de Manzanillo. Esta operación no se ha consumado, debido a que Gómez Meillón ha perdido todas las instancias judiciales emprendidas, incluyendo el cierre unilateral e ilegal del muelle, mediante la presentación de documentos falsos en los juzgados”.
Bien dicen que el que con lobos anda, a aullar se enseña. Las malas compañías han hecho que el almirante en retiro (espiritual), tal vez al principio un tipo con ciertos valores, hoy se haya transformado en un ambicioso funcionario de a 4T, echando por la borda (nunca mejor dicho con un marinero) los tres mandamientos que son la columna vertebral (bueno, eso es un decir) del actual gobierno federal: “no mentir, no robar, no traicionar”. Bien mirado, Gómez Meillón atropelló los tres mandamientos sin piedad alguna, anteponiendo su ambición personal a la de los colimenses (en general) y a la de los manzanillenses (en lo particular).
En cuanto al Grupo Hazasa, a la que se refiere el columnista de El Universal, en mi columna de culto escribí lo siguiente:
“Está claro que el almirante de marras trata de beneficiar a ese grupo empresarial a como dé lugar. La empresa, propiedad de Raúl Sandoval Calderón, que comenzó con dos modestos camioncitos de redilas hace alrededor de 33 años, ´se ha convertido en una firma que ofrece una gama de servicios integrales de logística, sobre todo para la industria minera, graneles minerales y carga general en el puerto de Manzanillo´, según informa la página T21, en la que se presume que hoy el Grupo Hazesa se ha posicionado como oferente de diversos servicios por conducto de unidades de negocios, a saber: Transportes Hazesa, Hazesa Terminal y Terminal Marítima Hazesa”.
Todo lo anterior me lleva a una sola interrogante: ¿se estará cocinando la echada a patadas de Salvador Gómez Meillón de la Asipona? En poco tiempo se sabrá, pero es muy obvio que su situación es insostenible. ¿O no?