POR Jorge Octavio González
Más de 800 mil muertes por COVID-19 es una clara muestra de que la pandemia se manejó pésimamente en México; incluso el país es catalogado como un ejemplo mundial de lo que no se debe hacer para enfrentar una crisis sanitaria de esta magnitud.
Pero aunque estas cifras sean alarmantes, hubo privilegiados que se salvaron de una muerte por recibir un medicamento que el gobierno federal tenía en sus bodegas, el Remdesivir, pero que no dio al público con el pretexto de que no estaba aprobado por la Cofepris, aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), lo había autorizado desde octubre del 2020.
Justo cuando todavía no había vacunas y el virus generaba pánico entre la sociedad, José Ramón López Beltrán, el hijo mayor del presidente de la República, enfermó de COVID-19 y fue atendido con el medicamento Remdesivir y Baricitinib, que le ayudó a no ser internado ni intubado, como la mayoría de los que tenían alguna comorbilidad.
Y es que, como José Ramón es obeso, al margen de saber si es diabético o hipertenso, contraer el coronavirus lo hacía un candidato ideal para ser internado y eventualmente intubado, sin saberse a ciencia cierta si sobreviviría o no. Pero al ser tratado con el Remdesivir, que no estaba disponible para nadie de los ciudadanos mexicanos, la pudo librar.
El mismo López Obrador fue tratado de la misma manera cuando sufrió el contagio por el virus; sin embargo, lo que es un hecho es que hubo un sector privilegiado que utilizó los medicamentos prohibidos para la población y lograron salvarse.
De acuerdo a la investigación que hizo el portal Latinus, el gobierno federal tenía en bodegas cientos de miles de medicamentos Remdesivir, pero sólo se suministró a la clase gobernante y allegados del presidente de México para su consumo, dejando en la orfandad a más de 800 mil personas que murieron por no contar con una vacuna en ese momento y porque sus comorbilidades no les ayudaron en nada.
Hugo López Gatell, el siniestro zar de la pandemia, también utilizó los medicamentos, aunque nunca quiso hablar al respecto. Lo que no se entiende es por qué, si tenían en su poder un medicamento que ayudaba a la gente a no llegar a ser internados, se las quedaron y algunas hasta se echaron a perder.
En ese tiempo, cuando no había vacunas y la gente se moría en sus casas por miedo a ir a un hospital, de donde no sabían si iban a salir o no, otros prominentes funcionarios del gobierno federal y candidatos de MORENA a diversos puestos de elección popular, entre ellos a gobernador, se enfermaron de coronavirus, pero se recuperaron sin problema alguno.
En Colima, desde luego, también los hubo. ¿Acaso también recibieron la atención con Remdesivir? Investigaremos al respecto.
Porque, mientras más de 800 mil personas murieron en condiciones infrahumanas, sin vacunas, sin medicamentos que los ayudaran a llevar la enfermedad, una clase política privilegiada de MORENA sí recibió el Remdesivir y hoy está aquí para contarla.
¿A poco no les da coraje que ellos, los políticos, sí tuvieron la oportunidad de salvarse y los familiares de ustedes, sus padres, sus hermanos, sus hijos, sus tíos o sus amigos no?
Y todavía hay quienes señalan que en México se manejó de manera ejemplar la pandemia.