POR PXPress
CIERTO ES QUE, DURANTE EL SEXENIO de Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong fue parte medular para que el regreso del PRI a Los Pinos fuera una total desilusión. En lo que corresponde a las entidades, como secretario de Gobernación fue sectario y nunca quiso aceptar las propuestas de los gobernadores afines a otro grupo político para las delegaciones federales. En Colima, por ejemplo, a José Ignacio Peralta Sánchez nunca le permitió hacer un movimiento en las delegaciones y permanecieron hasta el final del sexenio peñanietista los que colocó Mario Anguiano Moreno. YA LO PASADO, PASADO, PUES. Hoy, pese a la poca presencia del Revolucionario Institucional en el Senado de la República, al menos Osorio Chong pertenecía a un bloque que no le aprobaba todas las iniciativas al presidente como los que se vendieron por miedo o por conveniencia. Cuando había consenso y se permitía incluir algún agregado, se votaba a favor; sin embargo, cuando la premisa del presidente López Obrador era no cambiarle ni una sola coma, el ex número dos de Enrique Peña Nieto en el pasado sexenio, junto con otros senadores de la oposición, se oponían firmemente. QUIEN DEMOSTRÓ UNA Y OTRA VEZ ser una veleta y entregar el partido a la causa de MORENA fue el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas. Alito Moreno puso en riesgo la Alianza Va por México en varias ocasiones, justo cuando desde Palacio Nacional se dio la orden de ventilar las grabaciones y conversaciones que tuvo con personajes de la política mexicana donde confesaba diversos delitos, todo con el objetivo de doblegarlo para que entregara los votos del PRI a MORENA. Y pese a decir públicamente que no lo doblarían y que antes muerto que traicionar sus ideales, Alejandro Moreno le regaló al presidente de la República la propuesta de militarizar al país. Cabe destacar que, una vez que consumó la traición, en el programa de Layda Sansores dejaron de transmitir las conversaciones telefónicas del dirigente nacional del PRI cada semana. Los dirigentes del PAN y el PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, se vieron como nuevos cuando creyeron en la palabra de Alito Moreno de que esta vez sí cumpliría su palabra y votaría con el bloque opositor. Ingenuos, desde luego. También lo fueron cuando prometió, frente a los dirigentes partidistas y diputados y senadores, que no se reelegiría como dirigente nacional del tricolor. Miguel Ángel Osorio Chong fue uno de los que dijo que Alejandro Moreno no cumpliría…y tuvo la razón. Ante el revés que le dieron a Moreno Cárdenas en el Instituto Nacional Electoral, en donde la autoridad electoral invalidó la reforma a los estatutos del PRI impulsada por el propio Alito Moreno para extender su mandato al frente del partido hasta pasadas las elecciones presidenciales y legislativas del 2024, el también diputado federal tricolor emprendió su venganza y logró retirar de la coordinación de la bancada del PRI en el Senado de la República a Miguel Ángel Osorio Chong, quien advirtió que la jugada de Alito Moreno es en respuesta a que no le permitieron que se reeligiera, pero también para entregar el partido a MORENA y al presidente de México. Manuel Añorve, de todas las confianzas de Alito Moreno, es ahora el coordinador de la fracción tricolor en el Senado. Y aunque la voz del PRI en la JUCOPO será la de Alejandro Moreno, los votos del bloque opositor permanecerán inamovibles, pues al menos Osorio Chong expresó que seguirá en la misma línea y no se venderá a Movimiento de Regeneración Nacional, tal y como también lo ha manifestado Claudia Ruiz Massieu. LO SUCEDIDO EN EL SENADO de la República puede trasladarse a las entidades, en donde la Alianza Va por Colima, por ejemplo, podría romperse o imponer candidaturas de acuerdo a los intereses de los dueños de los partidos en la entidad. Si es así, que las presidentas municipales no crean que tienen en la bolsa su reelección o que se respetarán acuerdos tomados con las dirigencias. Igual para los diputados federales: si creen que pueden brincarse acuerdos y pedir una candidatura diferente, puede que la obtengan, pero estarán entregando el poder a MORENA. La división sería lo peor que le pasaría a la Alianza Va por Colima. Y todo porque un solo sujeto, Alejandro Moreno Cárdenas, pretende mantenerse en el poder a costa de lo que sea con tal de librar la cárcel por los delitos que cometió y que en el gobierno federal tienen bien identificados. En Colima Alito Moreno tiene a sus representantes, que son igual de impresentables, por lo que bien harían los dirigentes locales en no permitir que la podredumbre de allá los salpique y destruya lo que han construido a favor de los colimenses.