POR Bibiano Moreno Montes de Oca
Enfundado en una lujosa guayabera, a la usanza setentera de los tiempos de gloria del priismo autoritario de Luis Echeverría, el tipo se comportó de la misma forma en que lo hacían los dueños de los destinos de los mexicanos de entonces. En efecto: me refiero al colimense –para nuestra vergüenza— Mario la Perra Colimota Delgado Carrillo, encargado del negocio Movimiento de Regeneración Nacional, que en Colima dio muestras del cinismo, perversidad e hipocresía que caracteriza a todos los mandos morenacos.
El pretexto de su visita era lo de menos, aunque fue para poner en marcha el programa denominado Enmorénate, que en realidad debió llevar el de Apendéjate. No sé en qué consiste la mamarrachada de los morenacos, pero sus paleros pagados ya se encargarán de cantarle loas a ese proyecto inútil. Lo que quiero hacer notar en esta columna de culto es lo cínico que se puede ser desde las alturas del poder pasajero, cuando el comportamiento tendría que ser de menos soberbia; en especial, hacia los que difieren.
La presencia de la Perra Colimota Delgado Carrillo fue aprovechado para realizar una conferencia de prensa, donde el “líder” nacional de Morena se creyó en su zona de confort con preguntas a modo. Sin embargo, uno de los reporteros que no obedecen la línea marcada por el vocero del indirato, Miguel Ángel Vargas Cow, lo cuestionó seriamente, lo que hizo que asumiera el tono cínico, perverso e hipócrita de todo dirigente morenaco que se precie de serlo, lo que quedó perfectamente plasmado en el video que circula por las redes sociales.
En términos generales, al viril y bravío político de origen colimote se le hizo notar que en Colima, estado con gobernadora de Morena, era donde más bajo estaba la popularidad del inquilino de Palacio Nacional. La pregunta era pertinente, pues no se explica que, por ejemplo, en tiempos del priista Nachito Peralta Sánchez, amlo estaba mejor posicionado que ahora en que la administración estatal es morenaca y tiene el control desde hace más de un año. Así, cuando Marito preguntó en qué encuesta venía esa información, que es de Mitofsky, hizo un gesto de desdén, el cual fue secundado por el séquito de personajes que se encontraba detrás.
El cinismo y la hipocresía de la Perra Colimota Delgado Carrillo salta a la vista de inmediato, pues al igual que su patrón y “guía moral y espiritual” macuspano, él también tiene otros datos de encuestas espurias que nadie conoce. Y cuando el cuestionamiento periodístico arreció hacia al dirigente nacional de Morena, salió con el cuento de que el promedio era bueno, según su encuesta. Por eso, cuando le preguntaron qué encuesta era esa, pues el reportero tenía los datos de Mitofsky, el político salió con la payasada de argumentarle que, si quería, le podía prestar su cuadrito.
En ese punto, Marito llevaba las de perder por la contundencia del reportero, por lo que, como acuerdo previamente ensayada para los momentos comprometedores, el grupo de maniáticos que lo acompañaban no dejó pasar la oportunidad para corear una consigna propia de retrasados mentales: “es un honor / estar con Obrador”. El coro lo encabezaban, entre otros, los impresentables Armando Reyna Magaña, el regidor Guillermo Toscano Reyes y Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, gobernador de facto de Colima, entre otras potencias intelectuales más.
La popularidad es algo que interesa a amlo más que cualquier otro tema: puede haber una violencia imparable, la inseguridad al alza, sumar cientos de miles los muertos por culpa de la pandemia, morir más de 2 mil niños con cáncer por falta de atención, mantener un crecimiento económico de menos cero; en fin, todo puede estar de la chingada, pero la popularidad que no se la toquen al farsante vejete tabasqueño. Por tanto, la Perra Colimota Delgado Carrillo cantó la gran popularidad de amlo en estados como Guanajuato y Yucatán con gobernadores panistas, donde el viejo es más popular que Cantinflas y Pedro Infante juntos.
Lo cierto, empero, es que amlo sí tiene la peor aprobación nacional en un Colima que es gobernado por la inútil Indira Vizcaíno Silva, morenaca por conveniencia, amén de ser ella misma la gobernadora peor evaluada del país, sólo por encimita de su homólogo de Zacatecas, David Monreal Ávila. La medición puntual la lleva cada mes Mitofsky, la empresa del pelón Roy Campos, para coraje de la Perra Colimota Delgado Carrillo, que por eso hizo un gesto de asco cuando se la mencionaron. No obstante, queda claro que, si de cochinos se trata, en eso son mano los morenacos que comanda Marito.