POR PXPress
SI EN REALIDAD DESEA PONER EL EJEMPLO de que son una administración con cero tolerancia a la violencia contra las mujeres, Indira Vizcaíno debe escuchar las peticiones de los colectivos feministas y las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima y pedirle la renuncia a Vladimir Parra Barragán de la dirección general de la Ciapacov. Y es que, de acuerdo a lo sucedido la semana pasada, se exhibió la negativa del Congreso del Estado de Colima a la recomendación 04/2022 por parte de Priscila García, entonces presidenta de la Mesa Directiva, quien sin poner a consideración del Pleno el tema determinó, de manera unilateral, no aceptar la recomendación de la CDHE. UNA BÚSQUEDA EXHAUSTIVA en las resoluciones de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Movimiento de Regeneración Nacional dio como resultado que, de 11 expedientes que hay en la entidad en la comisión del CEN de MORENA, en más de la mitad está involucrado Vladimir Parra, ya sea por sus constantes violaciones a los principios y estatutos del partido como en la agresión a mujeres. Lo anterior nos da una clara muestra del comportamiento rijoso y alejado de los principios y valores que se deben seguir al pie de la letra en la política; no sólo viola la ley y sus propios compañeros de partido lo denuncian ante la máxima instancia donde se dirimen diferencias al interior, sino que agrede a mujeres y envía a sus incondicionales a que también denuncien a sus víctimas ante la citada Comisión de Honestidad de MORENA. Y es que, aun cuando en el expediente CNHJ-COL-067/19 se apercibió a Vladimir Parra Barragán “para que se conduzca con respeto hacia todas las militantes e integrantes de MORENA, a las mujeres en general y a las CC CLAUDIA GABRIELA AGUIRRE LUNA y JAZMÍN GARCÍA RAMÍREZ, en particular, evitando en todo momento cualquier acción u omisión que atente contra sus derechos fundamentales, procurando en todo momento realizar sus actividades sin afectar directa o indirectamente la esfera física, psicológica-emociona, laboral, política y de género de las mujeres”; en el fondo su sed de venganza y odio hacia quienes lo exhibieron lo obligó a enviar a su esbirra Catalina Suárez Dávila para interponer de igual manera una queja en contra de las citadas diputadas “por presuntas conductas ilícitas y contrarias a los Principios y Estatutos de MORENA”, según se desprende de la queja CNHJ-COL-081/19. Es del dominio público que, mientras la denuncia interpuesta por Claudia Aguirre y Jazmín García sí procedió y se amonestó púbicamente a Vladimir Parar, la que metió Catalina Suárez Dávila fue declarada infundada, aunque tenía el objetivo de intimidar a las legisladoras por haber denunciado ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de MORENA a Parra Barragán. ALGUIEN QUE TIENE esos antecedentes de agresión hacia las mujeres no puede sostenerse de ninguna manera en un gobierno considerado por la propia mandataria estatal como feminista y de cero tolerancia hacia la violencia contra las mujeres. Indira Vizcaíno debe prestar atención a lo que la opinión pública reclama y a lo que los colectivos feministas exigen en cuanto a no arropar a agresores de mujeres en cargos públicos. Si la gobernadora quiere enviar una señal de que en su gobierno no se tolerará ningún tipo de violencia contra las mujeres, debe pedirle la renuncia a Vladimir Parra Barragán cuanto antes; no debe esperarse a que llegue el 8 de marzo y las agrupaciones feministas exijan, mediante consignas y manifestaciones, la salida del funcionario que ha sido reconocido como agresor de mujeres por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del CEN de MORENA y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima. En sus manos está la decisión, gobernadora…