La LX Legislatura estatal arropa al porro Vladimir

POR Bibiano Moreno Montes de Oca

La propuesta del diputado priista Héctor el Traxcavo Magaña Lara para destituir de su cargo de director de la Ciapacov al porro Vladimir Parra Barragán, un violador contumaz de derechos humanos, incluso en contra de sus propias correligionarias en la anterior Legislatura local, fracasó ante el obsceno mayoriteo de la bancada de Morena y de sus compinches del PT, PVEM, MC y Panal. Sin embargo, al menos el golpeador morenaco quedó exhibido en toda su descarnada magnitud, junto con sus compañeros de partido.

La petición de Magaña Lara de que Indira Vizcaíno Silva destituya de su cargo en la Ciapacov al porro Vladimir Parra tiene sustento: el tipo es empedernido violador de los derechos humanos, al cual la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Colima le hizo cinco recomendaciones cuando encabezaba la 59 Legislatura, las que fueron ignoradas en su momento. No obstante, la actual Legislatura también solapa al sujeto de marras, pretendiendo ignorar el tema, el cual fue ventilado por los propios tribunos opositores para que por lo menos se conociera la clase de bicho que es el antes mencionado.

El asunto se remonta a un tiempo atrás, cuando la Comisión de DH reconoce en una recomendación el trato agresivo con el que Vladimir Parra trató a Claudia Aguirre y a Jazmín García Ramírez, a la sazón diputadas de la 59 Legislatura. Al respecto, la misma Comisión instruyó al porro hacer la reparación por el daño causado, dar una compensación por daño moral, ofrecer una disculpa pública, que se abra un proceso de investigación en su contra (de Vladimir) y la impartición de un curso de capacitación sobre violencia de género, donde el principal receptor tendría que ser el propio energúmeno Vladimir.

El problema, sin embargo, es que la recomendación 04/2022 fue remitida a la actual LX Legislatura local, cuya mesa directiva era presidida en ese momento por la traidora ex panista Priscila García Delgado, la que decidió mandar a volar a la Comisión de Derechos Humanos, sin más argumentos que el de sus pistolas. Por supuesto, debió haber sometido el asunto ante el Pleno para, tras la consabida deliberación, votara si se aceptaba o rechazaba, pero siempre en una sesión pública para que los colimenses supieran cómo manejaban un tema de violencia de género el Congreso estatal.

Como es de suponer, la miserable Priscila García decidió arropar a Vladimir, un agresor del género femenino, cuyo caso incluso ya había llegado a la llamada Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, donde también se dieron ciertas recomendaciones, pero muy leves y sin mayores consecuencias. En cambio, la recomendación de Derechos Humanos era más firme, pero se ignoró olímpicamente para proteger al porro de la Ciapacov. De hecho, de los cerca de 11 casos colimenses de quejas que han llegado a la comisión morenaca, casi en la mitad de ellas está involucrado el agresor Vladimir Parra.

En la anterior Legislatura local, donde Vladimir Parra medró los tres años, contaba con la complicidad de Catalina Suarez Dávila, miserable mujer que se alió con el agresor de las féminas. Lejos de solidarizarse con las de su género, ella también acudió ante la pomposa Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena ¡a denunciar a las dos diputadas!, si bien es cierto que su burda maniobra no prosperó. Hoy, empero, Catalina Suárez Dávila cobra como directora del Instituto Colimense de las Mujeres, instancia desde donde protege a sus cuates.

De acuerdo con las políticas públicas del gobierno que encabeza Indira Vizcaíno, las personas que incurran en violencia de género no pueden estar en un cargo de la actual administración; por tanto, es la oportunidad de que pase de los dichos a los hechos, es decir, la Indi debe deshacerse no sólo del porro Vladimir Parra, sino de la inútil e irresponsable Catalina Suárez Dávila, que se puso del lado del agresor y se olvidó de su papel de mujer. Bueno, en realidad a la Gobernadora Altozano le vale madre lo que hagan sus subalternos, pues ella hace suyo el refrán popular que reza: “Con estos bueyes hay que arar”.

Lo de cero tolerancia a la violencia de género es una más de las vaciladas que sólo son para el discurso mareador de ocasión, pues apuesto doble contra sencillo a que Indira Vizcaíno no hará absolutamente nada en contra de la Catalina Suárez y del porro director de la Ciapacov; al contrario, con todo lo que ha hecho hasta ahora el agresor contumaz, prácticamente ya tiene amarrada la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Villa de Álvarez en 2024, donde esperemos que los villalvarenses lo hagan morder el polvo en las urnas.