Kathia Castillo y su padre, paleros de Indira

POR PXPress

DURANTE EL SKETCH CÓMICO en el que se convirtió la semana pasada la conferencia de prensa de la diputada local Kathia Castillo Hernández, supuestamente para defenderse de las graves acusaciones de que fue objeto por parte de la dirigencia estatal del PES (Partido Encuentro Solidario), al parecer no le gustó que hubieran involucrado a su señor padre, quien está al frente de la constructora denominada Castillo, Trinidad y Asociados, S.A. de C.V. Está claro que si los directivos del PES en Colima, Marco Santana y Claudia Aguirre, mencionaron al tipo, no fue por una mera ocurrencia, sino porque tienen las pruebas de que llegó a intimidar con unos turbios sujetos, tatuados como los pandilleros de la Mara Salvatrucha, para tratar de reventar la asamblea en la que fueron reelectos para seguir al frente del citado partido. Pese a los actos intimidatorios, la dirigencia seguirá al frente, lo cual no le gustó a la diputada de la LX Legislatura local, pues sus intenciones eran las de entregarlo a Indira Vizcaíno Silva para que se tenga la impresión de que a la gobernadora la apoyan muchos partidos en la entidad, aunque sean rémoras de lo peor, como ya lo son el PT, el PVEM y el Panal. Así, a la lista de paleros quiso sumar al PES la titular del Ejecutivo, aunque le falló la jugada a su operadora infiltrada en ese mini partido. De lo que no queda duda es que, aunque no pudieron meter al aro al PES, Kathia Castillo y su papito son vulgares paleros de la Gobernadora Altozano, aunque no es gratis: a la diputada le urge que le den más poder y al padre le urge más que le den obras para su empresa constructora. El viejo obtuvo obras del Ayuntamiento de Ixtlahuacán en el trienio anterior. El alcalde, Carlos Carrasco, es el mismo, llegado con el apoyo del PES, por lo que correspondió debidamente a sus patrocinadores otorgándoles obras. No fue mucho, pero un millón aquí, un millón allá, y la gallina llena el buche. Claro, porque en Coquimatlán, en la administración de Lupe Benavides, el señor Castillo también obtuvo obras. El problema, sin embargo, es que en las nuevas administraciones municipales (con más de un año de ejercicio) no le han dado ni agua a la empresa Castillo, Trinidad y Asociados, mucho menos el Gobierno del Estado al que tanto adulan padre e hija tan desinteresadamente (ajá) en estos momentos. En 2020, la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) le entregó una obra por 40 millones de pesos, pero dos años después ya debió haberse agotado esa fortuna que le pagó el gobierno cuatrotero a Castillo. Por tanto, la diputada Kathia Castillo quiso ver en el PES un redituable negocio, por lo que ahora, al haberles salido mal la jugada, la legisladora anuncia a los cuatro vientos que se va a ir en contra de los dirigentes de su ya casi ex partido, razón por la cual ya hasta cuenta con una abogada, como si eso fuera la octava maravilla. Lo que debe reconocer Kathia Castillo es que se equivocó al querer entregar su partido a la administración estatal, por lo que ahora trata de desviar la atención con su denuncia balín en contra de Marcos Santana y Claudia Aguirre, que deben estar temblando de miedo porque serán demandados.