POR Jorge Octavio González
Vaya que Adriana Julieta Aguirre Pérez se tomó muy en serio la letra de la más reciente canción de Shakira cuando dice que las mujeres ya no lloran/ las mujeres facturan. Y es que, con todo el empoderamiento femenino, la señora proveedora se la ha pasado facturando millones de pesos por prestar servicios para los que no tiene el giro comercial.
Cierto es que, en este gobierno de la 4T, en donde se tiene el 90% de lealtad y 10% de capacidad, no es necesario que el proveedor consentido haga las cosas bien; basta con que sea un férreo defensor de la gobernadora Indira Vizcaíno y esté dispuesto a hacer lo que le pidan con tal de obtener contratos por adjudicación directa.
Julieta Aguirre, detectadas sus irregularidades por el Osafig y sancionada por el Congreso del Estado en el Decreto 375 con una amonestación pública y una sanción económica resarcitoria por más de 1 millón de pesos, hoy por hoy puede obtener un contrato para la adquisición de medicinas, la organización del Grito de Independencia 2022, la adquisición de papelería, cartuchos y tóner para el DIF Estatal y, lo más reciente, la adquisición de material de limpieza y adquisición de pintura, así nomás.
Sólo hasta que investigamos el giro comercial de la señora es que nos dimos cuenta que, en efecto, los contratos que obtuvo no tienen nada qué ver con su giro comercial; esto es, en el gobierno del Estado nunca le debieron haber otorgado los contratos por no contar con los requisitos de ley.
Al menos eso es lo que le sucedió a la empresa Proveedora de Soluciones del Sur, S.A de C.V, a la que descalificaron en la Coordinación de los Servicios Educativos del Estado de Colima porque “se detectó que no cuenta con el giro u objeto social relacionado con los bienes objeto de la siguiente licitación”.
¿Cuál era el giro u objeto social relacionado con los bienes objeto de la licitación? “La adquisición de material de limpieza, papelería, equipo y accesorios de cómputo, pintura, ferretería y material eléctrico para la Coordinación de los Servicios Educativos del Estado de Colima”, se lee en el Acta con motivo del fallo de la convocatoria que emite las bases de la licitación pública nacional No. 06007-007-22.
El giro u objeto social de Proveedora de Soluciones del Sur S.A de C.V es, de acuerdo al padrón de proveedores del gobierno del Estado, Confección en serie de uniformes, Comercio al por mayor de juguetes y bicicletas, Comercio al por mayor de medicamentos veterinarios y alimentos para animales, excepto mascotas, Comercio al por mayor de productos químicos para la industria farmacéutica y para otro uso industrial, Comercio al por mayor de pintura, Comercio al por mayor de otra maquinaria y equipo de uso general, Comercio al por menor en ferreterías y tlapalerías y Servicio de consultoría en administración.
Cuenta al menos con el comercio al por mayor de pintura y comercio al por menor en ferreterías y tlapalerías, por lo que su descalificación obedeció más bien para beneficiar, más que a la empresa Sistemas y Telecomunicaciones Digitales S.A de C.V, que obtuvo las partidas 2, 3, 4, 6 y 7, a Adriana Julieta Aguirre Pérez.
La proveedora consentida del indirato tiene como giro comercial, de acuerdo al padrón de proveedores del gobierno del Estado, Comercio al por mayor de abarrotes, Comercio al por mayor de productos farmacéuticos, Comercio al por mayor de mobiliario, equipo e instrumental médico y de laboratorio, Comercio al por mayor de mobiliario, equipo y accesorios de cómputo y Comercio al por mayor de mobiliario y equipo de oficina.
A Julieta Aguirre se le asignaron las partidas 1 y 5, consistentes en la adquisición de material de limpieza y adquisición de pintura, algo que claramente no es parte de sus giros comerciales, lo que debió desacreditarla en un primer análisis del Subcomité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios de la Secretaría de Educación y Cultura y la Coordinación de los Servicios Educativos del Estado de Colima. No fue así, sin embargo; todo para favorecer con casi 2 millones de pesos a la señora Aguirre Pérez.
Y es que, en estos tiempos del empoderamiento femenino, personas como Julieta Aguirre hacen suyo el grito de guerra de Shakira: las mujeres ya no lloran/las mujeres facturan.
¿Y la ley? Que no me vengan con el cuento de que la ley es la ley, dijera otro de los clásicos de AMLO.